Arco 6 [Web Novel] Capítulo 79
“Ready steady go”
Traducción Inglés-Español: Ray
Inglés---> Witch Cult
Translations
Español---> Ray
Corrección---> Robin
※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※
(NT: Ready, steady/set, go!=Preparados,
listos, ¡fuera!)
El escorpión gigante fue el primero en
lanzar un golpe para comenzar la batalla.
“…”
Sus ojos rojos compuestos relucieron de
forma brillante e inmediatamente después brotó un rayo blanco de luz de su
oscilante cola. Lo aterrador de eso, fue que su golpe, destinado a ser fatal,
había sido lanzado sin al menos uno de sus típicos gemidos. Sin siquiera un
siseo, el escorpión gigante tranquilamente hizo llover muerte sobre ellos.
Subaru tenía muchos malos recuerdos
asociados con esa luz blanca. De forma específica, fue asesinado alrededor de
la mitad de los más de quince intentos dentro de la torre. No obstante, dado
que había sido asesinado muchas veces por ella, aprendió una cosa o dos, a
pesar de lo mucho que la despreciaba.
Es decir…
Subaru: “¡El tiempo que le toma cargar y
las señales que muestra cuando está a punto de atacar…!”
Los ojos compuestos y el aguijón del
escorpión brillan una pizca más cuando están a punto de liberar un ataque.
Estás señales eran tan sutiles, a tal punto de que pensó que solo estaba viendo
cosas, pero esta habilidad para sobrevivir era lo que Subaru desarrolló a través
de sus pruebas y errores mortales.
Haciendo pleno uso de la habilidad,
Subaru corrió con Beatrice en sus brazos, tomándolo de frente para acortar la
distante entre ellos y el escorpión gigante. La razón era…
Subaru: “¡Su velocidad de carga es bastante
lenta…!”
Contorsionando el cuerpo, esquivó el
rayo de luz que había brotado mientras decía eso.
A pesar de que había llamado lento al
rayo de luz, seguía siendo mucho más rápido que un lanzamiento deficiente de un
jugador de béisbol de preparatoria. Aunque,
afortunadamente tenía confianza en su habilidad para diferenciar si un
lanzamiento era bueno o malo. Y, en cualquier caso, no hay forma de que
siguiera vivo sin poder hacer eso.
Un gran hombre dijo una vez que todo en
la vida se trata de prueba y error. Aunque seguramente nunca divisó estas
situaciones de vida o muerte cuando lo dijo.
Aun así, aprendes cometiendo errores.
Esa es una verdad irrefutable. Subaru “por fortuna” tenía la habilidad para
pasar por prueba y error en situaciones de vida o muerte.
Había hecho pleno uso de esto para
encontrar su habilidad para sobrevivir. ――Por lo que este era el campo de
Natsuki Subaru.
Subaru: “¡Perdón por no poder cumplir
con todas tus expectativas otro yo!”
Subaru le expresó una sentida disculpa a
su otro yo que buscaba a un todopoderoso Natsuki Subaru. Era como si le
estuviera diciendo, “Perdón por solo poder pelear sucio.” Aunque Beatrice
reaccionó resoplando la nariz “Hmph”. Ella seguía bien acurrucada entre sus
brazos, danzando este baile de vida y muerte junto a él.
Beatrice: “De qué estás hablando, de
hecho. Nunca has fallado en cumplir nuestras expectativas, supongo.”
Beatrice habló y luego levantó su mano
en un instante. De sus finos labios pronunció la palabra “Murak”; un tipo de
magia Yin que manipula la ley de gravedad.
El escorpión gigante ya había sido
golpeado por sus efectos y empujado muy lejos de ellos. Así que esta vez,
preparó su coraza negra y plantó firmemente sus patas para que no tuviera que
pasar por lo mismo otra vez.
Sin embargo…
Meili: “¡¡Solo estás jugando en mis
manos si te vas a quedar quieto!!”
Un aluvión de mabestias comenzó a
asaltar al escorpión inmóvil.
Las mabestias de aspecto extraño a las
que Meili había ordenado el ataque se llamaban “Hanemogura”. Lucían como lo que
obtendrías al cruzar alas con cuernos. E igual que balas que no tienen miedo a
la muerte, dispararon hacia el escorpión gigante y sin vacilar golpearon su
dura coraza con sus cuernos. Los sonidos de choque se traslaparon con el sonido
de algo rompiéndose.
El escorpión gigante se retorció de
dolor y levantó sus grandes pinzas en represalia.
???: “...ϡ ϡ”
Lo que siguió al ataque en su lugar fue
la más grotesca de las figuras bizarras. Un ser que es la mismísima
manifestación de una noche de pesadillas, el centauro que era una cruza entre
hombre y caballo: el “Hungry Horse King”.
Los terribles lamentos de bebes se
extendieron por el balcón de la torre. Junto con ello vino un irritante rugido
que hizo que quisiera cubrirse los oídos y luego un estallido de llamas que
llenó violentamente el área que los rodeaba, casi hasta el cielo.
Hungry Horse King: “...ϡ ϡ”
El Hungry Horse King no dudó e incrustó
su feroz lanza justo en el corazón de las llamas. Su punta al rojo vivo iba a
asestar un golpe crítico que ardiese a través de la coraza de hierro del
escorpión.
El escorpión era abrumadoramente fuerte
en lo que concierne a poder de pelea puro. Sin embargo, eso no quiere decir que
los ataques no funcionarían contra él. Siente dolor si lo golpean, igual que
cualquier ser vivo.
Siente dolor si lo golpean. Si lo
golpean.
Subaru: “…”
Por consiguiente, el escorpión gigante
personificó la especie de mantra que dice “Todo está bien mientras no me
golpeen.”
Atrapó la feroz lanza con una de sus
enormes pinzas y de un solo golpe cerceno el brazo del Hungry Horse King. El
Hungry Horse King intentó regenerar su herida, pero había sido cauterizada
cruelmente por su propia lanza. La carne hirviendo y retorciéndose de su herida
que intentaba regenerarse se detuvo en seco.
Subaru pudo obtener un dato innecesario
de esto; concretamente que no puede regenerar sus heridas quemadas. El Hungry
Horse King se detuvo en seco, pero luego, el aguijón del escorpión salió
disparado hacia el cuerpo del Horse King, provocando que su gran cuerpo se
abriera desde dentro.
“…”
La sangre y vísceras del Hungry Horse
King se dispersaron por todos lados y junto con ellos su vida.
Inclusive los Hanemogura que se
estrellaron contra la coraza del escorpión terminaron muriendo, cuando sus
cuernos, que estaban fusionados con sus cabezas, se rompieron. La forma en que
pelearon sacrificando sus vidas naturalmente podría ser maldecida como algo
completamente barbárico.
No sería incorrecto que Subaru apartara
la mirada y lo descartara como “No hay problema con eso ya que son mabestias.”
Sin embargo, tampoco planeaba tomarlo a la ligera diciendo “Todas las vidas
fueron creadas por igual.”
La vida tiene valor, y sin duda, había
diferencias en sus valores.
Había claras diferencias en la forma en
que percibía la importancia de las vidas de aquellos que son preciados para él
y aquellos que no. No iba a ocultar eso detrás de cualquier mentira. Es por eso
que iba a aprovechar al máximo las vidas de las mabestias para ganar este
pelea.
Por lo tanto…
Subaru: “¡Aunque estas haciendo lo
correcto al pasarme por alto, sigues cometiendo un gran error!”
Con la vanguardia de mabestias repelida,
Subaru entró confidentemente al piso que ahora estaba recubierto de rojo. Cargando
a Beatrice sobre su brazo izquierdo, sacó su látigo con el derecho y lo
blandió.
Apodado como Guiltywhip*, sus blasfemos
retoques finales fueron hechos usando el cadáver de su antiguo enemigo――
Natsuki Subaru lo blandió en el aire, su latigazo súper rápido asestó un golpe
directo sobre la coraza del escorpión gigante.
*(Guilty-latigo: en referencia al Guiltylowe del arco 4).
El escorpión hizo un estruendoso
chillido y miró a Subaru con sus ojos rojos compuestos. No había señales de que
le hubiera provocado daño alguno ni que estuviera sintiendo dolor.
Pero no tenía problemas con eso. Su
objetivo no había sido infligirle daño alguno. Seguramente por esa razón dejo a
Subaru hasta el final, después de las otras mabestias.
La decisión del gran escorpión fue tanto
correcta como incorrecta.
Subaru: “¡¡WHRAAAAAAA――!!”
Beatrice: “¡¡Atrapamos a uno grande, de
hecho!!”
Su látigo se había enredado en la coraza
del escorpión. Con eso, el enorme cuerpo del escorpión saldría disparado cuando
lo jalara con toda su fuerza gracias al contragolpe. Esto era posible gracias a
que los efectos de la magia Yin de Beatrice seguían en juego, disminuyendo
drásticamente el peso de la bestia titánica.
El escorpión gigante intentó
inmediatamente plantarse firmemente sobre el suelo. Sin embargo, la vasta
cantidad de sangre y entrañas a sus pies hizo que las condiciones fueran
extremadamente pobres como para conseguir un agarre firme. Subaru enrolló al
escorpión de un solo golpe mientras intentaba aferrarse al suelo con sus garras
afiladas.
Desde la perspectiva de un desconocido,
la situación casi lucía como si Subaru estuviera agitando a la bestia gigante
haciendo uso de alguna fuerza súper humana. Pero, este grandioso espectáculo en
exhibición solo pudo ser posible gracias a la ayuda de Beatrice. Así que siguió
balanceando el cuerpo del escorpión gigante con su látigo tanto como pudo,
hasta que finalmente lo arrojó.
Subaru: “¡¡BOOON VOOOOYAGE――!!”
(NT: ¡Buen viaje! En francés por sí hay
algún despistado que no conozca la frase.)
El cuerpo del escorpión giró en el aire,
cargando un impulso tremendo.
Mientras giraba incontrolablemente,
trató de golpear a Subaru con un rayo de luz, mostrando un objetivo preciso.
Sin embargo, Beatrice levantó la mano para derribarlo.
Materializó cristales brillantes de
color púrpura en el aire y los usó para derribar el rayo de luz de frente.
Cuando su coordinación cobró vida, Subaru liberó al escorpión gigante de su
látigo y voló hacia el cielo una vez más.
Subaru: “Con esto deberíamos ganar más…”
“Tiempo.”
Con este precario ataque Subaru
consiguió un respiro de este desastre, aunque al final tuvo que ceder algunas
concesiones para ganar. No obstante, sus ojos se abrieron con sorpresa antes de
que pudiera terminar lo que estaba diciendo.
Justo frente a sus ojos, el escorpión
gigante comenzó a realizar una sorprendente hazaña de acrobacias mientras se
abalanzaba.
“…”
Con un corte de sus enormes pinzas,
cerceno su propia cola hasta la raíz. Solo así, su cola salió volando,
dispersando líquidos corporales de color rojo intenso a su paso. Sin embargo,
un rayo de luz salió disparado desde su punta.
Golpeó contra el escorpión ahora sin
cola y lo mandó de vuelta hacia el balcón de la torre con tremenda fuerza. Todo
ese trabajo de hacerlo más ligero y prácticamente sin peso―― y ahora había
logrado volver al balcón, trayendo una onda de choque consigo.
Enterró sus enormes pinzas en piso para
detener el impulso, antes de colocar su mirada sobre ellos.
Subaru: “E-Esos fueran algunas
acrobacias. Pero si eso significa que has perdido tu cola, entonces es mucho
mejor para nosotros…”
Escorpión: “…”
Subaru: “Es decir, oye, ¡espera un
segundo, espera un segundo, espera un segundo, espera un segundo!
El escorpión aterrizó e inclinó su
cuerpo, colocándose en guardia mientras salía más sangre de su cola. Pero su
herida no se había hecho más profunda. De hecho, todo lo contrario. ――Su cola
cercenada estaba creciendo nuevamente de su muñón.
Y no era solo su cola. Las grietas en su
coraza que resultaron de dispararse a sí mismo con el rayo de luz también
estaban burbujeando. También pudo ver aquellas heridas regenerándose.
Subaru: “Es fuerte, inteligente y se
cura; ¡¿acaso no estamos consiguiendo más y más de estas características
impropias de Shaula?!”
Dejando a un lado la curación, el cuerpo
de Shaula es suave y no es inteligente en lo más mínimo. No obstante, el
escorpión se deshizo de todas estas cualidades y ahora se dirigía a ellos con
su abrumador poder asesino.
Agitó su cola recién crecida de forma
aleatoria, liberando sus aguijones por todos los alrededores. Su ataque era a
distancia, y no mostraba ningún indicio de sus señales típicas; así que era
acertado decir que se trataba del peor tipo de ataque al que podrían ser
sujetos Subaru y Beatrice, dado lo mucho que carecían de fuerza.
Subaru: “¡¿Whoooooaaaa――!?”
Beatrice: “Gh… ¡¡Subaru, tendremos que
volar, supongo!!”
No tenían ninguna forma de escapar a los
rayos que disparó el escorpión, al menos en tierra firme. Dicho esto, una forma
de escape se presentó en los cielos. Beatrice rápidamente liberó su magia del
escorpión y llamó a Subaru.
Subaru despegó del suelo y saltó al aire
con toda su fuerza, confiando en su compañera, independientemente de si su
magia en realidad iba a funcionar. Los rayos de luz comenzaron a destruir el
balcón, uno de ellos apenas si rozó su pie.
Subaru: “Eso estuvo realmente cerca…”
Beatrice: “¡No hables tan rápido, de
hecho…!”
Literalmente saltaron por encima de la
posibilidad de morir, pero no tenían tiempo para sentirse aliviados.
Lo mismo había pasado cuando Subaru y
Beatrice lanzaron su ataque sobre el escorpión gigante. Escapar a los cielos
quería decir que habían perdido tanto su apoyo como su ruta de escape. ――todo
lo que les quedaba era ser destruidos por uno de los ataques del escorpión.
Subaru: “¡Beako! ¡Hechizo original,
parte 2――!”
Aunque su carta de triunfo solo puede
ser usada tres veces al día, no había forma de que pudieran arriesgarse a
estropearlo por no usarla y como resultado morir. En el momento en que apretó
firmemente sus hombros, Beatrice también llegó a la misma conclusión.
Tenía su técnica especial lista para
desplegar en un santiamén, lo que haría invencible a Subaru por un tiempo
determinado...
???: “...ϡ ϡ”
Subaru: “¡¿Whoa?!”
Beatrice: “¡¿Whaaa?!”
Ella y Subaru fueron atrapados por un
costado antes de que pudieran lanzar la técnica. Un rayo blanco de luz pasó por
el espacio en el habían estado hace un momento, casi evaporándolos.
Lo único que los había salvado de esa
muerte y que impedía que fueran perseguidos por el gran escorpión fue…
Subaru: “Eso estuvo cerca. ¡Qué ocurrió…
¡¿Ghe!?”
Beatrice: “¡¿Supongo!?”
Subaru revisó para ver lo que estaba
pasando mientras se aferraba a algo elástico. Su voz se quedó asombrada;
asimismo Beatriz también tenía bastante fruncido el ceño.
Esto se debió a que el que los salvo del
ataque del escorpión y seguía dando todo su empeño por protegerlos, fue una
mabestia de color malva (color orquídea) y de aspecto grotesco: Un Hungry Horse
King.
Subaru: “¡Nunca creí que estaríamos
peleando juntos en el clímax cuando te vi por primera vez bajo tierra!”
Hungry Horse King: “...ϡ ϡ”
El Hungry Horse King soltó un
desgarrador rugido respondiendo a la broma de Subaru. Su rostro se tensó por
eso; luego otro Hungry Horse King se acercó a ellos. Encima de la espalda de
ese Hungry Horse King se encontraba el pequeño cuerpo de Meili.
Meili: “Me pareció que estaban a punto
de sacar su carta de triunfo, ¿verdad? Intenten ser más cuidadosos. ¡¡La carta
de triunfo de Onii-san y Beatrice-chan también es una cuerda de vida para mí,
después de todo!!
Subaru: “¡Buena salvada! ¡Buen apoyo!
¡Lo hiciste bien Meili! ¿A este ritmo podemos cambiar el campo de batalla?”
Meili: “¿Te refieres a que quieres que
cambie~mos de ubicación? Seguro que puedo, pe~ro…”
Subaru: “¡Entonces hazlo por favor!
¡Para empezar tenemos muy pocas rutas de escape!”
Echándole un vistazo a los alrededores,
Subaru decidió emprender la retirada del balcón, ya que no quedaban muchos
lugares donde pararse. Toneladas de cadáveres de mabestias ya se encontraban
plagados, y por cómo estaban las cosas, raros accidentes estaban propensos a
suceder.
Meili meditó en la eficacia de su
decisión y luego asintió. Le dio una palmada en la espalda a su Hungry Horse
King y les dio órdenes a ambos. Tan pronto como escucharon sus palabras, los
dos Hungry Horse Kings aumentaron la velocidad y saltaron del balcón, hacia la
pared de la torre. Comenzaron a correr hacia abajo sin perder el tiempo, a una
velocidad vertiginosa.
Subaru: “¡¿WHAAAAAA――!?”
Beatrice: “¡¿WABABABABABABA, de hecho?!”
Subaru y Beatrice gritaron a la par,
abrazados entre sí mientras soportaban este inesperado paseo. Al mismo tiempo,
solo podía bajarse el sombrero ante Meili, por ser capaz de domar a los Hungry
Horse Kings de entre todas las cosas y hacerlos parte de sus tropas.
Subaru: “…”
Con los Hungry Horse Kings supremamente
poderosos a la cabeza, los Hanemogura volando por los cielos, los colosales
gusanos de arena, los osos cortesanos y otras innumerables mabestias en el
terreno como sus aliadas, tenían disponible un rango bastante amplio de
estrategia.
Se podría decir que eran los compañeros
ideales para Subaru, ya que su plan era perder tiempo sacando una táctica de
retraso tras otra.
Subaru: “¡Realmente tenemos mucho de
donde elegir por la variedad de forma que tenemos para atacar! ¡Meili, tal vez
tú y yo somos mucho más compatibles de lo que nunca creí!”
Meili: “No~ digas eso, onii-san.
¡Realmente no me gustaría que Petra y Beatrice-chan me miraran fijamente!”
NC: será un duelo a muerte entre lolis
:v
Subaru intercambio algunos gritos con
Meili mientras galopaban cuesta abajo por la torre. Esta última frunció el ceño
de forma malhumorada en respuesta a la charla casual de Subaru mientras se
aferraba a la espalda del Hungry Horse King. Su reacción hirió levemente su
inocente sensibilidad varonil, pero ahora era el momento de ignorar heridas tan
triviales.
Subaru: “El segundo round va a comenzar
cuando lleguemos al mar de arena. ¡Ella va a venir tras de mí! Así que, por el
momento, no deberíamos interferir con nadie dentro de la torre…”
Meili: “Pe~ro, seguimos estancados sin
una forma para derrotarla, ¿verdad? No importa qué tanto tiempo pasemos
corriendo alrededor, no vamos a poder conseguir una victoria, ¿cierto?”
Ya que se encontraban en las dunas de
Augria, tenían un abastecimiento sin fin de mabestias. Por lo tanto, las
municiones nunca se iban a acabar. Sin embargo, todo lo que les proporcionaba
era la habilidad de poder librar la batalla, en lugar de una forma de concreta
de derrotar al escorpión.
Subaru: “…”
Miró a Meili. El sudor goteando de su
frente, el cual se estaba quitando y su respiración estaba ligeramente
fatigada.
Esto se debía en parte a lo presionada
que estaba, quedando justo entre el yunque y el martillo que era el campo de
batalla. Sin embargo, no podía evitar pensar en que también se debía al precio
que tenía que pagar por controlar a las mabestias. Aunque esto era algo que
Subaru realmente no podía comprender, dado que no tenía ninguna protección
divina, había muchas posibilidades de que una protección divina se volviera
tóxica cuando se abusa de ella.
Subaru: “Otto sí que bromeo con esto,
diciendo que el mundo era infernal cuando no podía controlar su protección
divina…”
Tal vez aquellas palabras que Otto había
mencionado cuando estaba borracho no eran para nada despreciables.
Si las protecciones divinas se vuelven
agobiantes como dijo Otto, entonces también habría un límite a lo mucho que
Meili podría pelear. Su derrota quedaría grabada en piedra de forma instantánea
en el momento en que Meili cayera en batalla.
En otras palabras…
Subaru: “¡En efecto, esta batalla se
decidirá por lo mucho que consienta a Meili como princesa――!”
Beatrice: “¡Que plan tan inaceptable,
supongo!”
Justo después de que Beatrice frunciera
el ceño por la declaración de Subaru, un impacto les recorrió todo el cuerpo.
Sirvió como una señal de que los Hungry Horse Kings habían llegado a la última
parada después de correr cuesta abajo por la torre a velocidad vertiginosa.
Es decir, que habían logrado pasar la
pared vertical de la torre y llegado de nuevo al mar de arena.
Subaru: “Al final del día, no es como si
se hubiera ido a alguna parte… pero cuando caes así en él, se siente muy
diferente.”
Beatrice: “¿Cómo se siente, de hecho?”
Subaru: “Absolutamente terrible, odio
que los desiertos estén llenos de arena. Me recuerda que nunca me gustaron los
escenarios desérticos que a menudo consigues en juegos.”
Algunas veces, dependiendo del sistema
del juego, el HP de su personaje comenzaba a agotarse solo con caminar en el
calor abrazador. Este mar de arena no tiene nada que ver con la ardiente arena
que conseguirías en alguno de esos, pero aun así no tenía gratos recuerdos de
ello.
Peor aún por el hecho de que estaban
rodeados por hordas innumerables de mabestias.
Subaru: “Aunque sé que no van a
atacarnos…”
Un enfermizo aroma dulce que flotaba
acompañado con un hedor mucho más terrible provocó que quisiera mover la nariz;
casi podría decir que el aire alrededor del mar de arena era uno de los más
horribles en el mundo. Aunque con el ambiente lleno con toneladas de mabestias,
algunas conocidas, otras no; ¿quizás los investigadores de mabestias babearían
por ello?
Desafortunadamente, solo hizo que Subaru
y su equipo se sintieran intranquilos.
Meili: “¿Así que, ¿cuál es la respuesta
a mi pregunta?”
Meili cabalgó su Hungry Horse King hacia
Subaru y Beatrice mientras que el anterior se estremecía. Ella quería una
respuesta a su pregunta. Subaru observó la torre y luego respondió,
Subaru: “Es tal como dices, no podemos
hacer nada con el escorpión gigante… con Shaula. Es por eso que Emilia-tan
posee la llave de todo.”
Meili: “¿Estás hablando de la onee-san
de cabello plateado de antes?”
Subaru: “Sí. Emilia-tan y la quinta
regla son la clave de todo.”
Subaru asintió a la desconcertada Meili
antes de sacar su mano frente a ella. Extendió los cinco dedos, señalando las
reglas que se les impusieron como desafiantes de la torre Pléyades.
Subaru: “No podemos irnos sin completar
las ‘pruebas’. No podemos romper las reglas de las ‘pruebas’. No podemos
faltarle el respecto a las ‘bibliotecas’. No debemos dañar la torre. Y
finalmente…”
Meili: “¿Hm?”
Meili debería haber escuchado de las
primeras cuatro reglas.
Pero no conocía la quinta. Shaula había
estado tratando de ocultarla, así que solamente Subaru, quien ‘regreso de la
muerte’, sabía cuál era. Al igual que Shaula por supuesto.
La quinta regla que Shaula se había
guardado y rehusado a contarles era…
Subaru: “… No está prohibido destruir
las ‘pruebas’. Lo que quiere decir que podemos destruir las reglas de esta
torre.”
Como retadores, las ‘pruebas’
restringían sus acciones. Aunque al mismo tiempo, las reglas también
restringían las acciones de Shaula ya que era uno de los examinadores.
Shaula estaba atada por las reglas de la
torre. Por lo que, a pesar de que no quería matarlos, no podía escapar al
destino que la ataba para intentar hacerlo a través de su transformación en
escorpión gigante.
Si esos grilletes la han estado atando
por cuatrocientos años, entonces…
Beatrice: “… tch. ¡Ya viene, supongo!”
Una gran columna de humo se alzó ante
sus ojos justo después de su advertencia.
La onda de choque correspondiente vino
de la silueta gigante que sin vacilación había saltado del balcón, en lugar de
correr por la torre.
Pudo escuchar el pesado y desgarrador
sonido de sus enormes pinzas saliendo del denso humo. El escorpión gigante lentamente
emergió del interior, sus ojos compuestos apuntaban directamente a Subaru en
lugar de a los innumerables enemigos alrededor de él.
Subaru: “¡Beako, Meili! ¡Necesitamos
conseguir algo de tiempo! ¡La victoria de Emilia-tan es la condición necesaria para
la nuestra!”
Beatrice: “¡Te entiendo fuerte y claro,
de hecho!”
Meili: “¿Y exactamente qué tanto tiempo
le va a tomar lograr~lo?”
Subaru: “Lo más rápido que pueda.”
Emilia siempre fue seria y
extremadamente trabajadora.
Por lo tanto, no había forma de que
comprometiera la misión u holgazaneara, con los problemas que estaban
enfrentando. Los resultados que siempre
entrega son los mejores que puede dar y con ello viene el mayor poder de fuego
que puede conseguir.
Subaru creía en ello, lo adoraba, lo apreciaba.
Por eso iba a ser capaz de mantenerse firme aquí.
Subaru: “Muy bien, hagámoslo. Vamos a
romper el destino… No, ¡vamos a romper el sistema de la torre!”
△▼△▼△▼△
Echidna: “Ya veo, así que por eso tú…”
Emilia: “¡Sí, así es! ¡Subaru me dijo
que definitivamente encontraré una forma de reescribir la situación en la que
estamos si subo a la cima de la torre!”
NC: ¿Dónde va el inicio de la
exclamación?
Emilia se concentró en correr tan rápido
como podía, dándole solo una respuesta breve. Mientras corría llevaba a Echidna
en sus brazos, esta última tratando de encogerse lo mejor posible.
Al principio la había tomado de la mano
mientras corrían; pero al ser retrasada por ella, terminó cargándola a mitad de
camino y así permaneció desde entonces.
De hecho, fue mucho más rápido de esta
manera y limitó mucho menos su cuerpo, así que fue de gran ayuda. Aun así…
Echidna: “¿No eres tú la que necesita
conservar su fuerza? No tienes idea de lo que te espera, ¿cierto?”
Emilia: “¿Eh? ¡Oh, no tienes de qué
preocuparte! El cuerpo de Anastasia-san es realmente ligero, y no es que se
haya vuelto más pesado contigo. ¡No es ningún problema para mi espalda!”
Echidna: “Mi presencia en realidad no
tiene nada que ver con el peso de Ana… Quiero decir, para nada.”
Frente a aquellas respuestas ligeramente
inoportunas, Echidna miró a Emilia, más bien a la belleza de la desconocida
semi elfo mientras percibía los conflictos dentro de sí.
Esta semi-elfa desconocida era uno de
sus compañeros que había perdido su ‘nombre’ por la autoridad de ´gula’. Su
circunstancia era prácticamente como las de Julius, pero la forma en que se
comportaba era muy diferente a la de él. ¿Sus personalidades intrínsecas eran
diferentes? ¿O quizás se debía a la diferencia entre las personas que estaban
allí para apoyarlos?
Echidna: “¿Acaso no te aterra haber sido
olvidada?”
Emilia: “Es bastaaante aterrador y
solitario. Pero no tengo tiempo para sentarme y acurrucarme de miedo, ¿no
crees?”
Emilia le respondió de forma brutalmente
honesta a la pregunta silenciosa de Echidna. La fuerza detrás de su cambio
parecía un testimonio de su fortaleza mental, o tal vez fue por algún otro
factor.
Emilia había dicho antes, “No estoy
preocupada porque Subaru me recuerda.”
Habían sido palabras terriblemente simples,
el tipo de cosas que ves en sueños. No obstante, al mismo tiempo parecían ser
verdad.
Echidna: “…”
No estaba claro que era lo que hacía a
Natsuki Subaru inmune a los efectos de la autoridad de ‘gula’. Aunque hablando
estrictamente no es como si fuera completamente inmune a ello. De hecho, ¿acaso
no dijo que la razón por la que perdió sus ‘recuerdos’ se debió a un inesperado
encuentro con ‘gula’?
Así que Echidna no podía decir en
definitiva que la singularidad de Subaru era la principal causa detrás de todo
lo que ocurrió. Es decir, todavía debe haber cierta posibilidad.
Como ‘¿acaso no podrían haber protegido
sus nombres y recuerdo de alguna manera?’
Si hubieran podido hacerlo, entonces
tanto Anastasia como Julius…
Echidna: “…”
Cuando se detuvo a pensar en cómo se
sentía Julius al ser olvidado por todos, ¿alguien podría culparlo por flaquear?
Aunque cuando vio la fuerza de Emilia después de ser puesta en la misma
situación, no pudo evitar preguntarse cuál era la diferencia entre los dos.
La diferencia debe provenir de quienes
están a su lado. La diferencia debe haber sido en quienes estaban a su lado,
apoyándolos.
Del mismo modo, ¿Julius no habría
colapsado si hubiera tenido algo de apoyo? Y ¿no debió haber estado alguien
allí como Natsuki Subaru lo hizo con Emilia?
Echidna: “Qué debería…”
“¿Qué debería
hacer?” Echidna no pudo encontrar una respuesta a esa pregunta dentro de sí.
Se sentía tan mal que esta podría ser la
primera vez en su vida como espíritu artificial donde estaba tan perdida consigo
misma.
Emilia: “¿Echidna?”
Echidna: “…No es nada. Lo que es más
importante, ¿es verdad que te las arreglaste para encontrar un camino a través
de la violencia de Reid Astrea… y pasaste la ‘prueba’ del segundo piso?”
Emilia: “Sí, así es. Es bastaaante difícil
de explicar ahora que lo has olvidado.”
Emilia le mostró una adorable resoplido
en sus mejillas. Pero, la verdad del asunto era que estaba avergonzada por la
forma en que había vencido la ‘prueba’ de ese hombre, quien es la mismísima
imagen de la ‘violencia’.
Echidna en ningún momento imaginó que
estaría en esta situación. A pesar de solo conocerla por corto tiempo, Echidna
podía distinguir que su naturaleza no era propia de decir mentiras. Así que
todo debe haber sido verdad. Solo fue por unos momentos, pero a juzgar por la
forma en que se enfrentó al escorpión gigante en el balcón, no había duda de
que era una luchadora bastante capaz.
Así que el único asunto que quedaba…
Echidna: “Así que puedes encontrar una
forma para arreglar esta situación si subes hasta la cima de la torre. ¿En qué
te basas para decir eso?”
Emilia: “Subaru me contó que escuchó de
que se trataba la quinta regla de parte de Shaula. Además, Subaru pensó mucho
antes de surgir con la idea, así que estoy bastante segura de que es la manera
correcta de afrontar las cosas.”
Echidna: “A mí me parece como una idea
basada en una fe excesiva y ciega, pero…”
Emilia: “Si sigues llena de dudas,
podemos resolverlas, pero no creo que ahora sea el momento para eso… ¿Y acaso
no viniste conmigo porque también crees en Subaru?”
Echidna se quedó sin palabras mientras
Emilia se daba la vuelta para mirarla con sus ojos cristalinos. Al ver la
reacción de Echidna, Emilia le mostró una sonrisa que estaba teñida de alegría,
aunque pareciera un poco fuera de lugar.
Emilia: “Veras, mi preciado Caballero
realmente está dando todo de si por nosotros.”
Emilia mostró con su actitud que estaba
orgullosa por el hecho de que su arduo trabajo estaba siendo apreciado. En
respuesta a eso, Echidna de igual forma sintió una extraña punzada de emoción.
Colocó su palma sobre pecho plano de Anastasia y exhalo sin aliento. (NT:
Tappei, ¿pero qué necesidad de especificar que Anastasia esta plana?)
Echidna: “…”
“Esta clase
de emociones son peligrosas”, Echidna se advirtió a sí misma.
Eran completamente irracionales y fuera
de lugar. Al menos, no era algo que debía sentir en un momento como este.
Necesitaba olvidarlas si podía, y si no, entonces al menos debería olvidarlas
por el momento.
Emilia: “¡Subaru confía en mí!”
Echidna sentía, entre otras cosas,
envidia de ella. Ella, que confiaba demasiado en su compañero y que era así de
cercano a ella.
“Necesito
olvidar este momento y concentrarme en superar la situación en la que estamos”,
Echidna pensó para sí misma.
Echidna: “…”
Las largas piernas de Emilia se movían
con gracia mientras volaba por las escaleras. Luego, tras escalar los que
debieron ser bastantes escalones, un tremendo destello plateado se hizo
visible, esparciendo chispas por todos lados.
Su visión ahora estaba obstruida, vieron
una batalla desarrollándose a donde quiera que miraran. Julius Euculius se
encontraba con su cabello lila desarreglado y su uniforme blanco manchado de
sangre.
Y la persona contra la que se enfrentaba
era…
Julius: “¡Gh, khh…!”
???: “¡Whoa, whoa, whoa, whoa, whoa! No
parece que puedas hacer algo conmigo, imbécil. No me subestimes, imbécil.
¿Viniste aquí para perder el tiempo? Si quieres perder el tiempo entonces ve y
ponte algo de maquillaje. Cuando lo hagas, voy a aplastarte, acosarte y
agitarte, maldito imbécil.”
La mismísima personificación de la
violencia, Reid Astrea, desató un corte horripilante con el par de palillos que
tenían en sus manos mientras maldecía. Se encontraba danzando un baile de
muerte, con el segundo piso como su escenario.
La suya, era una batalla que trascendía
lo que la humanidad podía comprender; aun así, el hecho de que Julius era muy
inferior en fuerza contra él era algo tan tristemente obvio que se podía
percibir instantáneamente, incluso al ojo no entrenado.
Julius: “Tch”
Al lidiar con la ráfaga de cortes y
patadas proveniente de Reid, Julius los contrarrestó girando con su espada y
empujándola en una de las brechas.
Su afilada puñalada derivada de una
extraordinaria técnica parecía ser nada más que una mancha de luz. No obstante
Reid fácilmente lo evitó con un bostezo, y eso fue con el parche del ojo
bloqueando parte de su vista.
Reid: “¡¡RRRRHAAA!!”
Julius observó, asombrado de que Reid
había esquivado su puñalada. Inmediatamente después, una patada informal
impacto en el torso de Julius, con las suelas de sus zōri* enterrándose
directamente en sus músculos abdominales. Julius dio unos pasos atrás y grito
de dolor. (NT: *Sandalias japonesas.)
Luego un golpe de sus palillos cayó en
su cabeza…
Reid: “Pulverízate, imbécil.”
Su corte, con un destello vertical, que
vino con una onda de choque, atravesó el aire, espacio y el razonamiento mismo.
Su corte de espada fue tan abrumador que
ninguna forma de expresarlo se le vino a la mente. Fue tan hermoso, que a pesar
de que su arma habían sido unos palillos, no se podía evitar quedar cautivado
por ello, incluso si se tratase de un amateur en la esgrima―― era el pináculo
de la esgrima, la mismísima culminación era lo que se estaba manifestado allí.
“…”
Un corte tan hermoso, que probablemente
morirías con solo admirarlo.
Julius saltó a un costado, esquivándolo.
El dobladillo de su túnica no lo logró a tiempo y fue devorada por la cuchilla
de Reid, evaporándose. Una ranura vertical quedó grabada en el segundo piso de
la torre, que estaba hecho de materiales desconocidos, como si todo se tratara
de una broma.
Y para empeorar las cosas…
Reid: “Oye, oye, oye, ¿no crees que
estás siendo ingenuo si piensas que te escapaste con eso?”
Julius: “…hk.”
Mostrándole una sonrisa burlona, el aire
que había cortado en la habitación se deformó y dobló, con una ráfaga de viento
comenzando a rugir.
Julius, quien debió habérselas arreglado
para saltar a un costado, tragó saliva y luego fue instantáneamente arrastrado
a como si estuviera siendo tirado de nuevo hacia el espacio distorsionado – de
nuevo dentro del rango del corte de Reid.
Para su incredulidad, esto se debió a la
fuerza de gravedad del espacio distorsionado restaurándose. Estaba jalando de
nuevo a Julius tras su estrecho roce con la muerte, justo dentro de rango de su
siguiente golpe.
Reid comenzó a lanzar un golpe a Julius,
incapaz de moverse debido a lo que estaba ocurriendo…
Emilia: “…Eso es suficiente.”
Una fracción de segundo antes de liberar
su golpe, el sonido de una rechinante campana plateada se interpuso entre los
dos espadachines.
Sin embargo, en contraste con el hermoso
timbre de su voz, la forma en que se unió a la pelea fue bastante audaz.
Echidna se quedó sin palabras, al presenciar el espectáculo extremo frente a
ella.
Reid: “¿Ehh?”
Julius: “…”
Reid miró por encima de él, incapaz de
ocultar la sospecha en su voz. Julius por otro lado abrió bien los ojos con
sorpresa, completamente sin palabras.
Se encontraban mirando la extraña cosa
que había aparecido sobre ellos―― un bloque de hielo que era tan grande que
cubría el techo.
Este bloque de destrucción que
instantáneamente podría hacer añicos hasta un carruaje dragón cayó sobre los
dos espadachines.
Las reacciones de Reid y Julius fueron
completamente diferentes. Julius saltó lejos para evitar al bloque de hielo que
se precipitaba, mientras que Reid curveó sus labios con una sonrisa y se
carcajeó.
Reid: “¡¡Ja!!”
Reid incrustó uno de sus palillos en el
bloque de hielo que caía con una feroz sonrisa en su rostro. El palillo que
alzo colisionó con el punto de caída del bloque. Por algún milagro, las fuerzas
entre los dos puntos permanecieron en equilibrio entre sí, provocando que el
palillo se doblara, pero previniendo su caída.
Reid plantó sus zōri firmemente sobre el
piso; la fuerza viajó por sus palillos y fluyó hacia el bloque de hielo que
seguía sostenido por dicho palillo. Una grieta comenzó a correr por el bloque
mientras el palillo se partía a la mitad.
Reid: “… ¿Acaso no fue algo?”
Reid dijo esas palabras y en una
fracción de segundo más tarde, el bloque de hielo con una grieta corriendo por
su centro, se hizo pedazos en un abrir y cerrar de ojos.
Pedazos de hielo comenzaron a llover y
mientras lo disfrutaba, Reid lentamente se dio la vuelta. Al recibir la
penetrante mirada de su ojo amatista descubierto, Emilia le apuntó con su
palma, con una mirada decidida sobre su rostro.
Sus miradas se cruzaron entre sí,
provocando que Reid la mirara con sorpresa.
Reid: “Eres una luchadora, cierto. No es
que no me gusten las mujeres como tú, pero… ¡¿EH?! Qué demonios, idiota,
¡¿realmente eres sexi, no es así?! ¡Una sensacional y flamante belleza! ¡Por
qué diablos hay una flamante belleza como esta en medio de este mar de arena!
Vamos, tú vas a ser mi oponente, idiota.”
Emilia: “Mis disculpas, no tenía
intención de interrumpir, pero si necesito que Julius te derrote…”
Reid: “¿Qué?”
Emilia no le prestó atención a la charla
egoísta de Reid, y en su lugar continuo con una mirada molesta en su rostro.
Reid se extrañó por lo que había dicho, pero Julius fue el que estaba mucho más
desconcertado, quien acababa de ser rescatado.
Aunque se las había arreglado para
escapar del bloque de hielo que Emilia lanzó, no pudo ocultar sus sospechas
dado que apareció repentinamente. Manteniéndose a cierta distancia de Reid,
giró sus ojos amarillos para mirar a Echidna, quien estaba de pie a su lado y
habló,
Julius: “Entiendo que me ayudó, pero…
¿Quién diablos es ella, Echidna?”
Echidna: “Me resulta un poco difícil
explicar su identidad. Pero si tuviera que decirlo de forma simple, es alguien
que se encuentra en la misma situación que tú, Julius.”
Julius: “¿Qué demon…?”
Julius nuevamente miró fijamente a
Emilia, su ojos se abrieron ligeramente, seguro porque sus rasgos coincidían
con un ser que conocía.
Julius: “Una elfo de pelo plateado y
ojos amatista… No, encuentro difícil de creer que un ser tan distintivo
repentinamente aparezca en la torre. Entonces, podría ser que ella…”
A la luz de la situación en la torre, al
igual que las peculiaridades de su apariencia, y el hecho de que su presencia
no se encontrada por ningún parte dentro de él, Julius sintió, por cuenta propia,
que algo no estaba bien.
Julius llegó a la respuesta por sí solo.
Al ver sus ojos sobresaltados, Emilia le asintió firmemente.
Emilia: “Julius, ahora mismo se
exactamente cómo te sientes.”
Julius: “Entonces en efecto eres…”
Dado que a ambos les fueron arrebatados
sus “nombres” por gula, Julius inmediatamente comprendió lo que estaba pasando.
Tan pronto como lo hizo, su convicción de que Emilia era su aliada pareció
aumentar.
Se puso de pie frente a Echidna y
Emilia, protegiéndolas, una vez más apuntando su espada hacia Reid.
Julius: “Tienes mi gratitud por ayudarme
antes. Pero sigo sin entender muy bien por qué las dos han llegado de prisa
considerando lo que está sucediendo en la torre. ¿Qué está sucediendo con la
biblioteca ‘Taygeta’, con la señorita Rem y con la situación al exterior?”
Echidna: “Hay un intento en curso por
conseguir que todos estos problemas se reúnan para así lidiar con ellos de una
sola vez. La idea es de Natsuki-kun y los que le vamos a ayudar somos todos los
que nos encontramos dentro de la torre.”
Julius: “¿De Subaru? Pero él está…”
Un gesto de desconcierto apareció en la
cara de Julius cuando escucho el nombre de Subaru incrustado en medio de su
explicación.
Hasta donde sabía, Subaru debió haberse
enfrentado al ‘libro de los muertos’ de Reid en la biblioteca de ‘Taygeta’ y su
consciencia debía estar en un estado de caos por su regreso. Beatrice le había
contado que su regreso fue difícil, por lo tanto, Julius continuaba peleando
contra Reid para que así pudieran superar la crisis en la torre a su propia
manera.
Es decir, incluso si decía que Subaru
despertó y se le ocurrió esta idea, podría decirse que era natural que no
hubiera conexión real entre la espontaneidad y el reconocimiento. No obstante…
Reid: “No tengo nada en contra de que se
pongan amistosos entre ustedes, pero ¡imbéciles, no se pongan a parlotear
mientras me ignoran!”
El piso explotó con un ruidoso
estruendo, lo que resultó en que Julius recibiera un golpe del molesto palillo
de Reid. Aunque había perdido uno, todavía le quedaba otro. Y no es que tuviera
que usarlos. Aun si peleaba a mano limpia, no es que su fuerza fuera a
disminuir.
Julius: “¡Kh!”
Mientras era azotado por los precisos
ataques de Reid, Julius se recuperó y se concentró en mantener su apremiante defensa.
Viendo esto, Reid soltó un golpe que literalmente podría haber abatido a un
dragón con una de sus manos. Al mismo tiempo, extendió la mano que tenía libre
hacia Emilia mientras ella buscaba una abertura, lanzando sus dedos hacia ella.
Reid: “No tengo idea de qué es lo que
estás tratando de llevar a cabo, pero no creo que vaya a dejar que te salgas
con la tuya, idiota. Voy a ser tu oponente después de que termine de lidiar con
este novato… ¿Eh?”
A mitad de la oración Reid inclinó
abruptamente la cabeza con duda. Luego se llevó los dedos a su parche y escupió
un venenoso alegato de “Oye, oye, oye, oye”.
Reid: “Qué demonios, idiota. Por alguna
razón mi mano no se está moviendo para detenerte. A menos que, repentinamente
haya quedado flechado por ti… ¡No puede ser, debes haber pasado la ‘prueba’!”
Emilia: “¡Sí, la pasé! ¡Perdiste porque
tocaste mi pecho con tus palillos!”
Reid: “¡Keh! ¡Esa es una manera de
perder que realmente puedo apoyar! ¡Qué gran desperdicio que ni siquiera pueda
recordarlo, belleza!”
NC: pobre Reid.
Reid chasqueo la lengua. Sus palabras
indicaban que existía algún grillete que no le permitía detener a Emilia. En
otras palabras, significaba que la obstrucción que había entre ella y su deber
se había ido.
Emilia: “Julius, yo…”
Julius: “Puedes irte hermosa dama; tú,
que, como yo, eres de nombre desconocido.”
Girando solo su cabeza, interrumpió a
Emilia cuando estaba a punto de decir algo. Al ver que ahora tenía preparada su
espada, Emilia guardó silencio.
Viendo la sorpresa en su cara, Julius le
dio una sonrisa galante,
Julius: “Tienes un deber que cumplir. Sé
que es algo en lo que no podré ayudarte, pero no tengo problemas con eso.
――Ruego que todo salga bien.”
Emilia: “¡Sí, para ti también!”
Recibiendo la motivación de Julius,
Emilia le asintió y luego comenzó a correr. Reid no hizo ningún intento por
detenerla. El león rojo de un ojo la dejó pasar y la vio partir.
Luego, mientras Emilia llegaba al frente
de la escalera que conducía al piso superior en el fondo del segundo piso, se
detuvo y dio la vuelta,
Emilia: “Es Emilia.”
Julius: “…”
Emilia: “Mi nombre es Emilia, solo
Emilia. ―― ¡Definitivamente te volveré a ver más tarde!”
Dejando su nombre atrás, Emilia corrió
por las escaleras con un aire de elegancia en ella. Echidna dejó escapar un
largo y prolongado suspiro mientras las observaba desaparecer de la escena. De
aquí en adelante, el deber de Emilia era dirigirse a la cima. Así que el deber
de Echidna era…
Julius: “¿No vas a ir a ninguna parte?
¿Planeas verme pelear?”
Echidna: “Solo si me lo permites… bueno,
no, supongo que no. Yo soy la que decide eso.”
Julius: “…”
Julius miró a Echidna, quien estaba
parada cerca de la pared y luego frunció los labios. Ella tomó un rápido
suspiro de aire mientras era testigo de todo tipo de emociones revoloteando a
través del perfil de su cara.
Echidna: “No es como si pudiera hacer
algo, pero si Ana estuviera aquí, probablemente habría hecho esto. No importa
en donde me encuentre en esta torre, siempre estaré expuesta al peligro. Debido
a eso, me quedaré a tu lado por mi propia voluntad. Porque…”
Julius: “…”
Echidna: “… porque eres el caballero de
Anastasia Hoshin. ¿No es así?”
Se necesita una tremenda cantidad de
valor para creer en algo que no se siente real.
Era casi imposible comprender que tanta
fuerza se necesita para creer en algo que no tiene un fundamento concreto, al
punto de hacerla sentir aliviada; al menos comparado con creer en algo que en
realidad es tangible.
No obstante, Echidna mencionó esas
palabras al hombre frente a sus ojos, el dándole la espalda, creyendo en esa
incertidumbre.
Julius: “…”
En respuesta Julius bajó sus ojos de
largas pestañas y suavemente dejó escapar un largo y profundo suspiro.
Julius: “Eres capaz de darme más fuerza
de la que admites. Solo por el hecho de ser alguien que fue y reunió su valor
para creer y guardar expectativas, en un yo que puede que ya no sea nadie.”
Echidna: “Julius…”
Para Julius, la base que perdió se había
vuelto incierta. Para Echidna, los lazos que se suponía que conocía se habían
vuelto ambiguos.
Los dos tenía que confiar en algo tan
inestable para construir esta relación que difería completamente con la que
debían estar unidos. No obstante, en este momento, los dos seguramente deben
haber visto lo mismo.
Así que por esa razón…
Echidna: “Julius, tengo un mensaje para
ti.”
Julius: “¿Un mensaje?”
Echidna: “Sí. Todos se encuentran
peleando por toda la torre, así que él dijo “Apresura tu trasero y arregla las
cosas aquí, luego ve a ayudar a los otros.”
Julius: “…”
Echidna pudo distinguir que esta era su
tipo de motivación, por lo tanto, se lo trasmitió exactamente como lo escucho.
Los delgados brazos de Julius se tensaron ligeramente después de escucharlo.
Digirió el contenido del mensaje y lo
acepto. Su respuesta posterior fue fuerte y clara.
Julius: “Ja”
Casi pareció como si hubiera dejado
escapar una corta y aguda bocanada de aire, pero no fue para nada así.
Dejó escapar una carcajada. Respiró un
sola bocanada de aire desde el fondo de su estómago para apaciguar esa risa.
Que Julius estuviera enfrentando la
batalla con una sonrisa en el rostro habría sido algo para maravillarse, si
hubiera alguien aquí que lo conociera.
Julius: “Si él ha salido de su cascaron,
entonces tampoco debo de perder.”
Su expresión de determinación era
tranquila, pero llena de fervor escondido.
Julius izó su espada frente a él y
encaró a su enemigo, reflejándose a sí mismo en la cuchilla. Reid había estado
mostrando una mirada aburrida por un tiempo… pero ahora estaba sonriendo como
un tiburón.
Reid: “Realmente te pusiste en marcha,
no es así, imbécil.”
Julius: “Lo siento, pero cuando se trata
de pelear, siempre lo tomo en serio.”
Reid: “No, no, no es a lo que me
refiero. Lo entiendes, ¿verdad? Incluso si no te lo deletreo, idiota.”
Reid alzó su mano izquierda con una
sonrisa todavía plasmada en su rostro. Giró su parche y descubrió su ojo. Así,
con sus ojos azules perfectamente funcionales, el pináculo de todos los
espadachines apuntó su alegre intención asesina hacia su retador.
Su espíritu espadachín era tan
formidable que cualquier débil de corazón habría sido asesinado solo por el
brillo de sus ojos. Sin embargo, Julius recibió ese afilado destello suyo de
frente y Echidna detrás de él de igual forma se estremeció y lo soporto.
Al ver que los dos soportaron la furiosa
tormenta de su espíritu espadachín, Reid rechinó fuertemente sus colmillos.
Reid: “Yo soy Reid el ‘Stick Swinger’.
Solo recuerda mi nombre, antes de que desaparezcas.”
(NT: Stick swinger: El que blande
palillos.)
Julius: “…”
Intercambiar nombres en batalla antes de
cruzar espadas era una señal de reconocimiento a un guerrero como su semejante.
No se sabía que tanto de esa norma realmente le importaba a Reid, pero
independientemente de lo que pensaba, las consideraciones de la persona que se
jactaba de eso habían cambiado drásticamente.
Julius dio un respiro y se preparó,
tranquilizando su furioso corazón.
Julius: “Te daré mi nombre una vez más.
Soy Julius Euculius. El único caballero de Anastasia Hoshin-sama, quien se
presenta como candidata a la selección real en el Reino de Lugunica. ――Es
tiempo de que deje de actuar el papel del caballero sin nombre.”
Proclamó su ‘nombre’ de forma majestuosa
para que así quedará grabado tanto en él como el propio mundo.
△▼△▼△▼△
Dejando atrás a Julius y Echidna, Emilia
continuaba corriendo por los escalones.
Sus largas piernas se movían tan rápido
como podía, saltándose dos o tres escalones por vez. Aunque la velocidad a la
que iba era desmesurada, sus propios pensamientos le gritaban que fuera más y
más rápido.
Emilia: “…gnh”
Emilia apretó fuertemente los dientes;
una mirada de desesperación adornaba su hermosa cara.
Estaba preocupada por los dos que dejó
en el segundo piso. Reid era extremadamente fuerte, malhablado y para colmo un
matón. Los dos fácilmente podrían resultar lastimados tanto física como
mentalmente al lidiar con él.
Naturalmente las preocupaciones de
Emilia no paraban en Julius y Echidna. ¿Subaru, Beatrice y Meili se las
arreglaran para mantener a raya a Shaula? ¿Ram podrá cumplir su parte?
¿Patrasche podrá cuidar de Rem?
Sus ansiedades, entre ellas si iba a
tener que reconstruir todas sus relaciones desde cero por su ‘nombre’ devorado,
eran interminables. Sentía que iba a estallar en llanto si se tomaba un momento
para detenerse.
Sin embargo, no se detuvo. Tampoco
derramó ninguna lágrima. Soportó la sensación de cosquilleo en el interior de
su garganta.
Emilia: “¡Después de todo, nada ha
terminado…!”
El hecho de que creyeran en ella y de
que pudieran creer en ella, era lo que sostenía la integridad de Emilia en este
momento.
Estaba llena de preocupaciones, llena de
ansiedad, pero también llena de ‘Creo en ti’ que superaban aquellas emociones.
Emilia: “¡Hk! ¡Hay una luz!”
Mientras ella ponía el corazón y alma en
correr por las escaleras, los ojos color amatista captaron un destello blanco
en el extremo lejano de su campo de visión. Se dio cuenta de que provenía del
final de esta escalera extremadamente larga y que conduciría al desconocido
primer piso.
En el momento en que lo comprendió, piso
firmemente sobre el piso y aceleró aún más.
Entonces, finalmente…
Emilia: “… ¡Lo logre!”
Emilia irrumpió en la luz, donde las
escaleras habían terminado. Lo que se desplegó ante sus ojos en ese instante no
fue un área a la que llamarías un ‘piso’.
Emilia: “¿Eh…?”
Emilia detuvo su paso, completamente
boquiabierta y, sin intención, dejó salir su sorpresa por la escena que estaba
presenciando. No era la siguiente parte de la conocida torre que esperaba lo
que se reflejaba en sus ojos amatista.
Las paredes habían desaparecido, al
igual que el techo; extendido a todo su alrededor yacía el vibrante cielo
azul―― Emilia no estaba parada en el interior del edificio, sino más bien en el
exterior. Después de correr por las escaleras del segundo piso terminó saliendo
justo sobre el techo de la cima de la torre.
Emilia: “¿El primer piso está en el
exterior…? Este lugar se encuentro mucho más alto que las nubes…”
Había un vasto suelo circular en la cima
de la torre, sin otras divisiones ni nada que pareciera una barandilla en su
borde. Por lo tanto, podía mirar fácilmente hacia abajo acercándose el borde
del piso.
Las nubes que deberían estar lejos en el
cielo rozaban la torre. Emilia se quedó sin aliento cuando se dio cuenta de que
había llegado hasta las nubes, o incluso que estaba por encima de ellas.
Era la primera vez que Emilia había
llegado a un lugar tan alto como éste. Sin embargo, a pesar de recibir dicha
conmoción, rápidamente se distrajo por otra profunda emoción.
???: “…”
Había una presencia allí, que no había
podido notar por lo inmóvil e imponente que se mantenía.
Emilia: “…Oh”
Emilia había estado ocupada mirando
cosas como el lugar en donde estaba, la altura de las nubes y cuál es la
situación en el primer piso. Había tardado en notar al ser que se había
escabullido por la comisura de sus ojos. Lentamente se dio la vuelta y dejo
salir un gran jadeo.
A pesar de que Emilia casi cae en
desesperación por ser olvidada por el mundo junto con su ‘nombre’ robado, al
final su corazón se había mantenido firme. ――Pero incluso esa Emilia se quedó
sin palabras con completo asombro.
El ‘ser’ que apareció frente a sus ojos
se encontraba totalmente fuera de su imaginación.
Porque ese ser era…
Emilia: “Tú eres…”
???: “――Vosotros, que habéis llegado a
la cima de la torre. Dad un paso al frente en el primer piso, todopoderoso
solicitante.”
(NT: Volcánica habla de forma arcaica.
Gracias a Symphosaber por la aclaración.)
Su voz era solemne, y se sentía como si
le estuviera rugiendo directamente en el alma. Ella se dio cuenta que su voz
estaba temblando.
¿Había
alguien que pudiera culpar a Emilia y llamarle de mente débil? Nadie podría.
Sería imposible. Porque todos los seres vivos no tenían más elección que
postrarse ante este ser.
Porque el nombre de este ser era…
???: “――Yo, soy Volcánica. De acuerdo
con el pacto antiguo, pregunto la voluntad de quien ha llegado a la cumbre.”
Con su enorme cuerpo cubierto de escamas
azules resplandecientes, el ‘dragón divino’ Volcánica miró por encima a Emilia
y declaró eso mientras ejercía una presencia que parecía que iba a volar su
mismísima alma de la existencia.
△▼△▼△▼△
Al exterior de la torre comenzó la
batalla de Shaula, que se había transformado en el titánico escorpión, contra
Subaru y el resto.
En el segundo piso de la torre, el
choque de espadas del sonriente portador de la violencia, Reid Astrea y Julius
reinicio.
Sobre el primer piso de la torre, Emilia
logró un impredecible encuentro con la poderosa existencia que aguardaba allí.
Y, en la escalera de espiral que conecta
el cuarto y el sexto piso de la torreーー,
???: “¡O~h maldición ~tsu! Después de
robarlo y todo eso, se siente como si no le diera un uso decente, ¡caaaray~!”
Escupiendo con irritación, el joven
chasqueo la lengua mientras se rasgaba el pelo color castaño. Al bajar la mano
con la que se estaba rascando la cabeza, lo que se generó allí fue una espada
hermosa y ornamentada creada de hielo.
Era un poder especial que había
reconstruido con el ‘nombre’ robado como base, pero contrario a su apariencia,
su regulación de mana era exquisitamente ardua y bastante difícil de usar junto
con otros ‘recuerdos’. En primer lugar, combinar las habilidades de varios
requería una percepción idónea, y eso era algo en lo que Roy y Louis eran
torpes.
???: “Bueno, es porque nosotros
destacamos en eso, que somos tan capaces, pero sabes.”
Aun dentro de la terna de hermanos que
poseen la autoridad de ‘Gula’, la forma de usar la autoridad de cada uno
difería sutilmente. Entre ellos, lo puntos que le gustaba protestar con
respecto a las formas de su hermano y hermana eran pocos. ーー Los fuertes
conectaban el sentido de superioridad. Aunque algo como los consejos, no eran
propios de él.
Ley: “El mensaje no le llegará a la
linda y querida Louis o a ese tipo Roy… O~h, ¡no se puede evitar ~tsu! ¡Si
ambos dicen que no puedo hacer nada entonces no se puede evitar! ¡Eso quiere
decir que podemos lamer a fondo los festines presentes dentro de la torre hasta
las raíces ~tsu! ¡Qué agradable, tan agradable, bastante agradable, muy
agradable, ya que es agradable, ciertamente es agradable, seguro que es agradable,
seguramente debe ser agradable ya que debe ser agradable! ¡Bebida golosa ~tsu!
¡Gula ~tsu!”
Aplastando la espada de hielo en su
mano, con sus afilados colmillos descubiertos, ‘Gula’ーー Ley
Batenkaitos decidió seleccionar a todos los objetivos dentro de la torre para
su propio plato, sin dejar uno solo.
Afortunadamente, la situación había sido
servida. Lo que quedaba era simplemente seleccionar el orden, y cuál iba ser el
plato principalーー,
???: “¿Crees que tienes el privilegio de
escoger eso? Pero que despreocupado.”
Ley: “ーーーー”
Sobre la voz que descendía de la parte
superior de la escalera de caracol, Ley dejó de masticar el hielo y levantó la
cabeza. Arriba, en el cuarto piso se encontraban unos ojos carmesí mirando a
Ley, quien estaba parado sobre la escalera entre el cuarto y quinto piso.
Ojos con un calor terriblemente helado y
el mismo tono que la sangre o el fuego, miraban hacia abajo a la feroz hambre
de Ley, como si lo compadecieran.
Yーー,
Ram: “Por lo que se ha dicho, parece que
tú fuiste el que destrozó el amor fraternal entre Ram y Rem, no es así. ーー Muere
mientras gruñes como un cerdo.”
Fin.
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