Arco 6 [Web Novel] Capitulo 10
"Como si fuera un destello"
Créditos:
Inglés---> Witch Cult Translations
Español---> Ray y Foxtrap
Corrección---> Robin
※ ※ ※ ※ ※ ※ ※
※ ※ ※ ※
ーーMezclado junto
con las extensas dunas de arena, había un prado de flores con variedad de
colores.
Era de noche, y misteriosamente,
la luz de las estrellas en el cielo de las dunas de arena no era visible. La
razón por la cual el aspecto del cielo no se podía percibir a pesar de no haber
nubes, era porque el miasma que envuelve el espacio sobre el suelo cubría este
vasto mar de arena, fue la explicación dada de antemano. No estaba claro para
Subaru, si aquel que había dado la explicación fue Beatrice, Emilia o
Julius.
Pero ahora, lo que, si estaba
claro, más que el aspecto imperceptible del cielo era la alarma de precaución
dirigida desde el suelo, la siniestra floración del prado de flores invicto en
frente a la obscuridad de la noche. Las vividas, mejor dicho, venenosas flores
no coincidían en lo más mínimo con el mar de arena.
Subaru: “El prado de flores de las dunas de
arena...”
Al sentir una sensación
inquietante mientras lo declara, así como pronunciaba esa palabra, entonces,
Subaru ya se había dado cuenta.
La información reunida en el bar
de Mirula estaba Emergiendo del fondo de su mente. El camarero, que había
perdido una de sus piernas, había hablado sobre los prados de flores que
aparecen en las dunas de arena.
Si se ven prados de flores en las dunas de arena, huyan a
toda velocidad, es lo que él había dicho.
ーーPorque esos son
los pastizales, de las feroces y horribles Mabestias, los Osos Cortesanos*.
*(Oiranguma).
Subaru: “Pero, aun si dices que huyamos a toda
velocidad...”
Señalando la debilidad en esas
palabras, Subaru que murmuraba mientras miraba hacia adelante, retrocedió.
El prado de flores era el
territorio de una Mabestia, esa información era beneficiosa. También hubo
mención de huir inmediatamente de la, de aquí en adelante, feroz y atroz
Mabestia. Pero, si había un problema, era su escala.
“– – –
–”
Manteniendo el silencio, Subaru y
los demás, quienes estaban alineados en fila, contuvieron su aliento. Frente a
la fila, tras superar la amenaza de 『Tiempo de Arena』, que fue superada atreves de la distorsión del espacio, lo que
había aparecido era el continúo desierto que guiaba a la torre de vigilanciaーー esas líneas de visión, ahora estaban llenas por el extenso
prado de flores.
Era, literalmente, lo suficientemente
denso como para no haber un lugar donde pisar.
Brotando de repente en el
desierto, estaba el paraíso del prado de flores. Había límites incluso cuando
se trataba de algo turbio.
Era algo que hubiesen evadido
incluso sin la advertencia del camarero.
Precisamente por eso, si volar
por los cielos fuera una opción, lo habrían escogido y hubieran evadido esto
sin vacilación alguna.
Subaru: “Evadirlo, eso es imposible,
sabes.”
Murmurando eso de tal manera que
no se diferenciaba de un ronco suspiro, Subaru dirigió su voz hacía Meili.
Bajo las condiciones actuales,
respecto a sus contramedidas contra las Mabestias, confiar en Meili fue un
beneficio inesperado. Lo que ella juzgaba controlaba el recorrido, pero, la tez
de su rostro, al mirar fijamente el prado de flores, era bastante pálida. Con
la formación de sudor frío, la sangre se desvaneció de su tez clara. Sin la
necesidad de palabras, ella entendió la negatividad de la situación, como si la
hubiese recogido con sus propias manos.
“– – –
–”
Lentamente, Patrasche, con su
gran complexión, se acercó con un silencio increíble. En su espalda estaba
Beatrice, mirando la instrucción en sus ojos que decía “Súbete, de hecho”,
Subaru coloco su pie en la silla, y mientras lo hacía, silencio todo el sonido
y una vez más se colocó encima del dragón.
Ya sea para seguir adelante, o
para regresar hacia atrás, no sería posible para las piernas de Subaru, que
serían tragadas por la arena.
Incluso si sus decisiones las
tomaran a través de las riendas, tendrían que depender de las buenas piernas de
Patrasche para realizar un movimiento rápido.
Meili: “…Por ahora, parece que todo el mundo está
durmie~ndo.”
“– – –
–”
Conteniendo su respiración,
cuanto tiempo había pasado desde que se esperaba el juicio de Meili. Cómo si
hubiesen pasado diez segundos, o para él se sentía como si hubiese pasado cerca
de una hora, Meili menciono eso, como si lo hubiese susurrado.
Recibiéndolo, Subaru, con la
energía drenando de sus hombros, acercó a Patrasche al carruaje dragón.
Subaru: “Ese prado de flores es el pastizal del
Oso Cortesano...... eso sería correcto, ¿verdad?”
Julius: “Además de la información
recibida previamente, por ahora eso parece ser correcto. Pero... es solo que,
la escala es incluso más grande de lo que había pensado.”
Beatrice: “Esa diferencia en escala, es adición
de algo tan lindo como si fuera el doble o el triple de veces, supongo.”
Dejando salir un solo suspiro,
Subaru y el resto, uno en frente de otro, intercambiaron pensamientos.
Julius y Beatrice también, ante
la gran recepción que sobrepasó sus expectativas, parecían haber perdido la
voz. Aquellos dentro del carruaje dragón, Emilia y las demás, sus voces de
deleite después de abrirse paso a través del [Tiempo de Arena] también, se
habían detenido, mientas mostraban sus caras a través de una pequeña ventana,
preguntándose qué había ocurrido.
Emilia: “Subaru, ¿ha ocurrido algo? El sonido de
la brisa de arena ya no escucha...”
Subaru: “Hicimos un espléndido
trabajo superando el [Tiempo de Arena]. Y, justo cuando pensaba que superamos
la primera barrera, ahora estamos parados esperando la siguiente, la segunda
barrera inmediatamente. Cómo podrás ver.”
Emilia: “Como podrás ver dices…Oh.”
Viendo claramente el visible
prado de flores de un vistazo a través de la ventana pequeña, la garganta de
Emilia se congelo en shock. Ella también había escuchado lo que el camarero del
bar había dicho. Por supuesto, la información que recordó debe haber sido la
misma.
Emilia repetidamente parpadeo sus
ojos, y junto a ella, Anastasia y Ram también mostraron sus rostros. Las dos
también observaban el prado de flores, e hicieron una mueca al ver la crueldad
de las pruebas que necesitaban superar para llegar a la torre.
Subaru: “Incluso después de
superar el viento de arena y el [Tiempo de Arena], el obstáculo ahora es el
prado de flores, eh. Respecto al territorio de estos Osos Cortesanos, ¿por
casualidad Anastasia sabe algo?”
Anastasia: “Mi negocio es Guiar, esperar más que
eso sería un problema. Dicho eso, esto en serio es un pequeño problema. Que
debería hacerse.”
Manteniendo las expectativas de
la opinión de la inexpresiva Echidna, ella, mientras se encogía de hombros, no
parecía poseer un plan para superar el obstáculo. Subaru dejó salir un largo
suspiro por su nariz, y miró a Meili.
Subaru: “Meili, con tu
constitución física, puedes atraer a las Mabestias, ¿verdad? A los Osos
Cortesanos también, ¿no puedes sacarlos del prado de flores?”
Meili: “...Eso es difí~cil. Si son diez, veinte, o incluso
si son cien, pue~do, pero si sobrepasan ese número habrá algunos niños a
quienes mis instrucciones no llegar~án.”
Subaru: “Hay un límite para el número, eh.”
Meili: “También hay un límite en
la calida~d. Ni siquiera yo, puedo controlar a la ballena blanca o al gran
conejo. El Oso Cortesano está en ese punto, su compatibilidad conmigo es ma~la.
Muy diferente del León de Sombra.”
Subaru: “León de sombra...... Ah, ese grande que
apareció en la mansión, ¿verdad?”
Poniendo un límite a su
conversación sobre viejos recuerdos, Subaru consideró la opinión de Meili y
miró el prado de flores.
Incontables, un enorme paraíso de
flores– – tal como se esperaba, incluso la estimación del número de Mabestias
no podía ser determinada. Pero, estaba claro que fácilmente habían más de cien,
que era el límite de Meili.
Julius: “En la situación actual,
se podría decir que las opciones que tenemos son [Continuar] o [Volver].”
Frente a Subaru, que se había
ahogado en silencio, Julius, el conductor dijo eso alzando dos de sus dedos, e
inclinó el cuello. Viendo los dedos de Julius, Subaru inhaló.
Subaru: “La elección de regresar no estaba allí
desde el principio, sabes. Sera un desperdicio después de superar el [Tiempo de
Arena] pero, con eso, el problema no se resolverá. Seguir adelante carece de
sentido también.”
Julius: “Si nos vamos por debajo
de un diferente [Tiempo de Arena], o si tomamos un camino completamente
distinto podríamos desafiar la torre de vigilancia. Ponerle fin y tapar el
curso a la consideración, ¿no es eso simplemente sacar una conclusión
apresurada?”
El [Tiempo de Arena]que ocurre
tres veces al día, entre ellos yacía la respuesta correcta, y esa fue la
insistencia de Julius. De lo que Subaru y los demás habían escapado era el
[Tiempo de Arena]de la noche. Otros eran el [Tiempo de Arena] de la mañana y de
la tarde, pero, era posible que el lugar al que se llegaría fuera diferente
según se eligieran los [Tiempo de Arena]. No, gesticulando eso, Subaru sacudió
la cabeza.
Subaru: “Por el bien de la
discusión, incluso si se tomara un camino diferente, no creo que se pueda garantizar
la seguridad del camino hasta la torre de vigilancia. Aquí están los prados de
flores, pero, existe la posibilidad de que haya otro obstáculo diferente en
otro lugar. Probablemente, ningún camino agradable ha sido arreglado en
absoluto.”
Julius: “......Ciertamente. Una esperanzadora observación
ligeramente excesiva, eh.”
Subaru: “Además de eso, posiblemente, la situación de Meili
estando allí y la de los pastizales de los Osos Cortesanos. Este es en realidad
el mejor camino, esa también es una posibilidad, ¿sabes?”
Julius: “Esta vez, pesimismo excesivo, eh. Como siempre, tu
fuerte es denunciar y animar, ¿no es así?”
Subaru: “No recuerdo haber buscado eso. Bien
entonces, Meili. ¿Qué hay de ti?”
Diciéndole duramente a Julius,
que redondeó los ojos ante lo desfavorable que era la situación, Subaru se
volvió hacia Meili. Silenciosa, mirando fijamente el prado de flores, Meili,
ante las palabras de Subaru, dijo “Hm...” con la mirada baja.
Meili: “El número es doloroso,
pero si me dices que lo haga, intentaré hace~rlo. No es como si tuviera que
escuchar lo que todos los animales-san tienen que deci~r.”
Subaru: “No necesitas escuchar todo,
¿dices...?”
Meili: “Para pasar por el prado
de flores, estaría bien si solo el mínimo número de Osos Cortesanos fueran
elimina~dos silenciosamente. Si se abre un camino, para el resto tendré que
ponerlos a dormir obedientemente. Si no son atacados entonces se puede manejar
de alguna manera con eso~.”
Como si ganara certeza en sus
pensamientos mientras respondía a la duda, la fuerza volvió a la voz de
Meili.
Como mínimo, tenía una postura de
respetar la posibilidad de Subaru de “Continuar”. Eso era algo por lo que estar
realmente agradecido. Subaru asintió con la cabeza a Meili, y luego miró a los
rostros de todos.
Subaru: “Creo que deberíamos continuar.
Independientemente de lo que elijamos, no puede haber retorno sin saltar al
riesgo. Se trata de que haya alguna solución al problema en vez de solo escapar
de él.”
Ram: “Aunque confíes en otros
para lograr tus propios objetivos, no es muy osado que declares eso con esa
boca.”
Ram disparó palabras amargas a
Subaru, quien había sugerido continuar. Al recibir sus palabras “típicas”,
Subaru dejó escapar un “Oh” y levantó el pulgar.
Subaru: “Por último, no es un
error que tengamos que confiar en Meili. En cualquier caso, si al final tenemos
que atacar a las Mabestias, entonces tendremos que confiar en Emilia-tan o
Julius, o Beako. Qué malvado.”
“– – – –”
Subaru: “Oh, es verdad, Patrasche también. Mi
error, mi error.”
Acarició la cabeza de su amado
dragón, que había levantado el cuello como si estuviera descontenta por no
mencionar su nombre como uno de los miembros en los que podía confiar.
Ram, con una expresión francamente
asombrada se encogió de hombros, en contra de esa patética declaración de
Subaru,
Ram: “Tener autoconciencia no será de ayuda. En
el mejor de los casos, en ese escenario poco probable, cumple el papel de
carnada.”
Subaru: “Escuchar eso también es
bastante nostálgico. Aunque puede que no lo recuerdes.”
“– – –
–”
Ante las palabras algo
relacionadas al pasado, Ram hizo una mueca de ansiedad. Esas fueron palabras
como las del bosque de las Mabestias, o en la mañana del día que se dirigieron
a la capital para la Selección Real, con las que Ram lo había abofeteado. Con
la existencia de Rem desapareciendo de sus recuerdos, y los recuerdos que la
acompañan alterados, ahora, hacía donde debe haberse ido la discusión de ida y
vuelta de aquel día.
Subaru: “Vamos, para recuperarla. Ya no quiero
retroceder ni un segundo.”
Emilia: “– –Hm, supongo que es
así. También creo que es justo como dice Subaru ".
A la decisión de Subaru, quien
endureció su puño, consintió a Emilia con una expresión galante.
Ella tocó el pendiente en su
cuello y se robó los sentimientos del Espíritu que dormía dentro de la Gran
Piedra Mágica entre sus dedos. Y, sus ojos color amatista se enfocaron
seriamente en el prado de flores.
Emilia: “Más allá de este prado
de flores, está la clave de los preciados recuerdos. Vayamos sin detenernos.
Por supuesto, me aseguraré de proteger a todos.”
Anastasia: “Eso, ¿no es un poco bastante raro
venir de una chica?”
Ante la majestuosa declaración de
Emilia, Anastasia dijo eso mientras miraba hacia Subaru.
“Guarda
silencio”, quería devolver eso como respuesta, pero, la verdad es que, si
resulta como dice Emilia, pensó que eso sería lo mejor, ya que no quedaría nada
de qué preocuparse.
※※※※※※※※※
La distancia hasta la Torre de
vigilancia Pleyades, medida con los ojos, había disminuido varios
kilómetros.
Antes de cruzar el [Tiempo de
Arena], cuando habían pasado imprudentemente a través de las dunas de arena de
Augria, la distancia supuestamente visible a la torre de vigilancia, de
aparentemente diez kilómetros, no se había reducido ni un solo metro. Comparado
con eso, esta reducción de distancia fue abrumadora, y podría decirse que su
destino estaba justo frente a sus ojos.
Subaru: “Pero todo, vendrá después de escapar de
este nido de Osos Cortesanos.”
Llenando completamente su campo
de visión, el prado de flores, en la cima del mar de arena, consagraba
majestad, fuertemente aborrecible.
Las plantas que tienen sus raíces
incrustadas en el suelo, tal ecología natural no estaba en ninguna parte de
aquí. Los tallos o raíces ligeramente flotantes no crecían del suelo, sino de,
nadie más que, de los cuerpos de esos repulsivos brutos.
“– – –
–”
Alrededor de cuando estarían
escapando del territorio de los Osos Cortesanos, lo que Meili les había
ordenado a Subaru y a los demás era simple– – permanecer en silencio lo máximo
posible.
Según sus comentarios, los Osos
Cortesanos yacían latentes. No los despertarían sin pensar, pero a cambio de
eso, parece que no podrían tener una idea de la ferocidad de las Mabestias al
levantarse después de haber estado dormidos.
Meili: “El animal malo-san
estando activo es la co~sa más brutal. La ballena blanca exterminada, cuando
aparecía inmediatamente después de la niebla, solía ser la más enfurecida y
parecía ser la más problemática también~.”
Esa fue el paréntesis del que habló Meili con respecto a la
ballena blanca.
Pensando en ello, de acuerdo con
su exposición, el momento exacto en que Subaru y el resto se encontraron con la
Ballena Blanca en la carretera de Lifaus. En otras palabras, inmediatamente
después de haberse despertado, ese momento había sido el peor. Recuerdos de
sufrimiento resucitados, describió elogios para sí mismo por haber cumplido ese
deseo.
Independientemente de eso– –
Meili: “Enojarse justo después de despertar es
para todos, humanos, animales y animales malos-san. Por eso~, quédense
comple~tamente tranquilos. Si pueden hacer eso, me las arreglaré de alguna
manera.”
Cumpliendo con los comentarios de
Meili, que poseía una voluntad fuerte, comenzó así la marcha de la fila que
contuvo la respiración.
Su formación de batalla fue un
sustituto para la ocasión de capturar las dunas de arena, el estilo del
carruaje dragón siguió adelante. Meili estaba sentada como conductora,
transmitiendo las intenciones de los Osos Cortesanos, y de acuerdo con esos
objetivos, Julius condujo el carruaje dragón adelante. Patrasche, de quien
Subaru tenía buen agarre, se separó y unió a la parte trasera del carruaje
dragón y corría en una sola línea.
“– – –
–”
Al sentirse doblegándose, Subaru,
conteniendo la respiración, se aferró al pequeño cuerpo de Beatrice. Se podía
sentir la temperatura de su cuerpo, parecía que había endurecido su cuerpo y se
sentía nerviosa.
En el costado del carruaje
dragón, sobre el techo del carro del dragón estaba presente una figura. Una
figura de la cual no se debía sospechar, porque la familiar silueta era la de
Emilia.
“– – –
–”
Notando la mirada de Subaru,
Emilia apuntó sus ojos color amatista hacia él y levantó su mano.
La razón por la cual Emilia
estaba tendida en una emboscada como esa en el techo, era para poder moverse
instantáneamente en caso de que surgiera algún tipo de problema. Aunque a
Subaru le hubiera gustado que se quedara tranquilamente dentro del carruaje
dragón, pero con el apoyo de las Artes Espirituales de Julius desaparecidas, la
única aliada capaz de realizar ataques de largo alcance era Emilia. Aunque no
era como si Beatrice no pudiera hacerlo si se esforzaba, pero con solo un
ataque potente, Subaru agotaría todo su combustible.
Era parte del complejo de
inferioridad de Subaru que, en términos de fuerza, tenía que depender de otros,
para protegerlo también, si él estaba presente.
Si eso no fuera así, si no tuviera que hacer eso, tal vez
incluso Rem habría–
–.
La debilidad de pensar en esa
dirección siempre estuvo presente en Subaru.
Subaru: “– – ~hk.”
“– – –
–”
Con el surgimiento de emociones
intransigentes fuera de su control, la parte posterior de la cabeza de Beatrice
empujo su mandíbula. Ante la sorpresa de Subaru, Beatrice resopló.
Céntrate en lo que está al frente
tuyo ahora, es lo que ella debió haber querido decir. Mirando hacia arriba una
vez más, Emilia, también había señalado con el dedo a Subaru, y él entendió que
ella estaba pidiendo una precaución similar.
“– – –
–”
Incapaz de expresar compromiso o
comprensión, intercambió un profundo suspiro. La verdad era que él quería
golpear su propia mejilla y alterar sus emociones, pero eso podría poner en
riesgo su vida, una acción que podría resultar mortal. Y mientras el desvío de
pensamientos habitual de Subaru daba lugar a su determinación, la vanguardia
del grupo llegó al prado de flores prácticamente al mismo tiempo.
Meili: “Muévete”
De inmediato, Gyan dejó de tirar
del carruaje dragón, y la débil voz de Meili se deslizó en el crujido de las
ruedas y fue arrojada hacia el prado de flores. Al principio, al no haber
respuesta a la llamada de Meili, Subaru apretó los molares.
Meili: “Muévete.”
Una vez más, Meili dio la
orden.
Aun así, de hecho, ningún cambio
ocurrió en el prado de flores. En la irritante duración, el revestimiento del
estómago de Subaru comenzó a quejarse con algo similar a la picazón.
Y– –,
“– – –
–”
Con esa distorsión, el suelo, como si fuera realmente
despojado, “surgió” el prado de flores.
“– – –
–”
Sin pensar, mirando directamente
la forma de la Mabestia, la garganta de Subaru se cerró.
La Mabestia llamada Oso
Cortesano, como corresponde a su nombre, poseía una figura como la de un
oso.
La altura del Oso Cortesano era
tal vez alrededor de dos metros a tres metros. Piernas cortas, a cambio de eso,
brazos lo suficientemente largos como para arrastrarlos por el suelo. Sus
brazos visiblemente ocultos bajo el pelaje negro, y uñas en forma de garras
creciendo al final, es lo que él entendió. Desde la parte posterior hasta las
axilas de ese cuerpo, las vívidas flores que se balanceaban era el tipo de
impresión que proyectaba, pero, al observar a la Mabestia desde muy cerca, los
ojos de uno tienden a mirar hacia el frente en lugar de la parte posterior de
ese cuerpo.
Aunque su físico estaba oculto
por el pelaje negro, lo que se arrastraba de ese cuerpo no era vello corporal.
Estrechamente empaquetados, envolviendo el cuerpo estaban las raíces finamente
mezcladas de las flores. Parecían como vasos sanguíneos que flotaban en la
piel, las diminutas raíces cubrían el cuerpo de la Mabestia.
Subaru: “– – ~hk.”
En el cuerpo cubierto con raíces
muy compactas, las partes que las raíces no alcanzaban estaban anormalmente
resecas, y tanto la carne como la piel se habían marchitado. Sus rasgos
faciales, su cráneo habían alcanzado el límite de deshidratación hasta el punto
en que era visiblemente obvio, y sus protuberantes circulares globos oculares
estaban llenos de sangre, ejerciendo odio por todo en este mundo. Eso parecía
ser, como si estuviera sorbiendo la vida de las flores cuyas raíces se habían
pegado sobre su propio cuerpo.
Los Osos Cortesanos no podían
coexistir con las flores. Claramente, se habían llevado la vida de las
flores.
“– – –
–”
La Mabestia, que emitía una
insoportable sensación de repulsión con solo mirarla, siguió las instrucciones
de Meili con perezoso movimiento. Lentamente quitando su cuerpo del suelo,
mientras las raíces se desgarraban del desierto del que nada podía ser
absorbido, se escucharon un millar de chasquidos encadenados. Para abrir el
espacio justo para que el carruaje dragón pudiera pasar, los Osos Cortesanos
moviéndose llegaron a ser un centenar. Y como si no conocieran un final, sus números
continuaron incrementando.
Julius: “Hugh.”
El suspiro de Julius fue ligeramente audible,
mientras el carruaje dragón continuaba avanzando. Julius en ese estado, con su
bello corporal erizado debido al espectáculo frente a su vista, no debe haber
podido soportarlo. Unidos a la parte trasera del carruaje dragón, Subaru y los
demás también entraron al camino abierto por los Osos Cortesanos.
Subaru: “…Ugh.”
Exactamente en ese instante, cuando el sentido de olfato de
Subaru cruzo el límite del césped de los Osos Cortesanos, un violento aroma a
flores se pudo percibir. Parecía ser diferente al hedor de la vez que
confrontaron a la lombriz de arena, con respectiva diferencia en calidad con
aquello, la dulce esencia mezclada en la situación no significo que la
sensación de violencia hubiera cambiado. Sus fosas nasales quedaron invadidas,
sus conexiones inter cerebrales simplemente adquirieron la alucinación de la
dulce esencia.
“ーーーー”
Desarrollando un serio mareo, el
repulsivo hedor le provoco un dolor de cabeza. Algo tan exasperante, que las
ráfagas de arena no le habrían importado en absoluto comparadas con esto. Este
toxico aroma enrollándose dentro de todo su cuerpo debe ser ahuyentado, es lo
que pensó con absoluta seriedad.
Tales deseos de Subaru fueron infructíferos y en la
ausencia de cualquier corriente de viento, el grupo avanzo hacia el interior
del prado de flores.
Subaru: “ーー~hk.”
Como si hubiera notado algo,
Beatrice jaló la manga de Subaru. Al mirarla preguntándose que había surgido,
ella se encontraba incesantemente preocupada con respecto a algo detrás de
ellos. Dándose vuelta ante ese gesto mientras mantiene esa repulsiva
premonición en su mente, pudo entender el significado de la reacción de
Beatrice.
El espacio entre las flores que
se abrió de acuerdo con las instrucciones de Meili, al mirar el pasillo del
carruaje dragón y Patrasche desde cerca hasta el mismísimo extremo, el paisaje
estaba regresando de forma constante a como era originalmente.
Las órdenes de Meili se hicieron
realidad y que el carruaje dragón pudiera pasar en este punto en particular en
el tiempo de acuerdo a las instrucciones había sido logrado. Regresar a sus
posiciones originales y entrar en estado inactivo, ¿podría ser su plan? Incluso
si no pretendieran regresar, tampoco eran capaces de parar a medio camino. Por
supuesto, descansar en medio del nido de estas Mabestias, tales bromas también
deberían evitarse.
Subaru: “¿…?”
Inmediatamente después de que
pensó eso, el avance del carruaje dragón se pauso. Al mirar al frente
preguntándose que había ocurrido, la razón tras el alto del carruaje dragón se
volvió evidente. Un solo Oso Cortesano, frente al carruaje dragón, se levantó y
se quedó parado, y giro aquellos ojos huecos hacia los dos conductores.
“ーーーー”
Con aquel haciendo movimientos
sospechosos, los movimientos de los Osos Cortesanos en las cercanías también
comenzaron a cambiar. Los pies de los osos Cortesanos, que hasta ahora habían
cedido el paso, imperturbable y obedientemente, como si siguieran las acciones
de aquel que miraba fijamente al carruaje dragón, sus miradas se apilaron sobre
el carruaje dragón.
ーー“Esto está mal”, fue la intuitiva
conclusión a la que llego Subaru.
Mirando atrás, ya habían cubierto
varios cientos de metros desde que entraron al prado de flores. Con el camino
detrás tapado, era claro que habían sido rodeados por los Osos Cortesanos en
todas direcciones. Sus números se encontraban entre los cientos, o posiblemente
incluso entre miles. Una violenta diferencia en números.
“ーーーー”
Al pensar tan lejos, su mirada se
entrelazo con la de Emilia, que estaba en cima del techo. Emilia se encontraba
mirando al Oso Cortesano de enfrente y estaba desconcertada sobre qué tipo de
juicio debería emitir. Si el estallido de una pelea pudiera evitarse justo como
hasta ahora, entonces librar el frente del carruaje dragón con la magia de
Emilia y correr por allí era la mejor forma. Sin embargo, no quería confundir
el momento y apresurar demasiado las cosas.
Meili: “Shhーー”
Y enfrente de Subaru y el resto
que estaban desconcertados con respecto a su juicio, la que tenía mayor
compostura era Meili. Poniendo un dedo sobre sus labios, tranquilizo al
indeciso Subaru y los demás con antelación. A continuación, apunto hacia el frente
con el dedo que tenía en sus labio y regaño al Oso Cortesano que la miraba.
Meili: “Tch tch tch.”
Un dedo señalando hacia afuera y
un sonido como si chasqueara su lengua, se escapó de los labios de Meili. Ese
era un espectáculo, como el que los humanos hacían para calmar a los gatitos.
Si el sujeto realmente fuera un gatito entonces también daría una impresión
agradable, pero con la diabólica Mabestia como sujeto, no hubo mitigación
alguna. Sin embargo, todos los dedos de Meili se sacudieron al sonido de su
lengua y gradualmente la línea de vista de los Osos Cortesanos cambio, de los
dos conductores, a solo Meili y luego se movió a sus dedos.
Meili: “Tch tch tch… tch~.”
Al mismo tiempo, ganando certeza de que la atención de los
Osos Cortesanos estaba en los dedos, Meili agito lentamente su mano, que
señalaba con sus dedos a la derecha del carruaje dragón. Atraído por el
movimiento de ese brazo, el Oso Cortesano, que había detenido el carruaje del
dragón, giró su rostro hacia él y se movió, dando un solo paso en esa
dirección.
Subaru: “ーーOh.”
Un reflexivo suspiro de alivio se
escapó de la garganta de Subaru ante la conducta del Oso Cortesano que se
distancio del carruaje dragón. Emilia o Beatrice, que tenían el cuerpo rígido,
también aflojaron sus hombros con alivio.
Cuando aquel que provoco el alto se movió, los otros Osos
Cortesanos también intentaron
regresar a sus propios movimientos para alejarse. Al mismo tiempo, la marcha
por el prado de flores se reanudoーー continuo como se
suponía.
“ーーーー~hk!!”
En ese momento, el hilo de
tensión se rompió y nadie podría ser condenado por levantar su voz.
Repentinamente, en la situación de soportar por obligación el mayor de los
límites en el punto muerto, lo que se conoce como corazón no podía mantenerse
fuerte. Eso va para Humanos y para Dragones de Tierra también.
Colmado con la presión de perder
contra el Oso Cortesano, Gyan, dio un corto gruñido y pisoteo el suelo como si
estuviera enfurecido.
Subaru: “Oh mierーー ~hk.”
Ante el rugido de Gyan, que rompió abruptamente el
silencio, los Osos Cortesanos, que estaban en estado latente reaccionaron
enseguida. Aquel que estaba intentando distanciarse del carruaje dragón se dio
la vuelta y esa reacción infecto a los alrededores tambiénーーLa Mabestia se alzó y salto sobre el carruaje dragón con sus
colmillos descubiertos.
Justo antesーー,
Emilia: “ーーEl Huma!!”
El mana se materializo
rápidamente y la punta de la lanza de hielo formada penetro a través del cráneo
de la Mabestia. La afilada vanguardia de hielo perforo a través de su gran
boca, infringiendo sobre su cavidad oral y rompiendo su nuca. Se cerebro se
revolvió, el Oso Cortesano, sin levantar la voz, colapso de espaldas como si
enfrentara la aniquilación. Atrapados en esa energía, varios Osos Cortesanos,
cayeron sin pausa a los lados.
Subaru: “¡¡Correーー!!”
Grito Subaru instantáneamente,
después de presenciar el ataque de Emilia, que estaba encima del carruaje
dragón. De acuerdo con esa llamada, Julius tomo las riendas y el carruaje
dragón comenzó a correr ferozmente de inmediato. Por supuesto, Patrasche
también siguió eso, saltando lejos del costado de las Mabestias que permanecían
inmóviles y despego en un salvaje esprint.
“ーー~hk!”
Subaru: ¡¡Ya vienen, ya vienen,
ya vienen, ya vienen, ya vienen, ya vienen, yaーーvienen!!
Retrasada por un solo momento, la
feroz y despiadada voz destrozo la noche de las Dunas de Arena de Augria.
El vasto prado de flores fue
triturado instantáneamente, con colmillos y desagradables apariencias desnudas,
el perezoso rebaño de osos Cortesano avanzo dirigiéndose hacia el carruaje
dragón abriéndose paso ferozmente.
Beatrice: “¡Subaru! ¡Sujétate firmemente o
saldrás expulsado, de hecho!”
La alucinación dotándose de
fuerza, era la presión de la sed de sangre y apetito de los innumerables Osos
Cortesanos.
Con gruesos brazos dotados de
garras opuestas, su despiadado ataque también golpeó a Subaru, que estaba
cabalgando al dragón. Un golpe directo y su cuerpo sería destrozado fácilmente,
con una fuerza que sin duda podría obligar a sus órganos internos a salirse.
Sin embargo, justo cuando estaba a punto de recibir el golpe, un destello
blanco azulado intervino y penetro a través de las Mabestias.
Emilia: “¡Hiy! ¡Yah! ¡Muy bien ~hk! Tu…… Estos,
¡Huma~!”
Como siempre, con el mana
formando un remolino y su voz viniendo de su corazón, dando la impresión de que
la luz blanca azulada estaba dando un bullicioso baile en el oscuro cielo, se
trataba de la transformación de innumerables puntas afiladas apuntando desde
arriba del suelo como cuchillas de hielo.
Fueron, inmediatamente después de
un solo momento de inactividad, disparados como si hubieran adquirido la fuerza
de propulsión, destrozando los cráneos, los brazos, los torsos, las piernas de
los Osos Cortesanos y plagándolos en pedazos sobre el carruaje dragón, dando
lugar a chorros de sangre.
Subaru: “¡O~o~o~o~h! ¡Como se esperaba de Emilia-tan! ¡¡Me
enamore nuevamente de ti!!”
Emilia: “Este no es el momento para
decir cosas así, ¡verdad! ¡Corre!” Subaru: “¡Sí!”
Habiendo sido salvado por el
seguimiento de Emilia, Subaru aceleró más a Patrasche. Y con el repentino
intercambio, Emilia estaba haciéndole frente a la pelea con tal compostura que
era sorprendente. En retrospectiva, incluso si Emilia hubiera eludido pelear,
no era como si pelear le intimidara.
La tendencia dentro de ella de
evitar pelear era la indecisión que había sido borrado una vez que esa batalla
estallo.
Ram: “Barusu, corre hasta que mueras. ¡Si no deseas morir!”
Subaru: “Sí, por supuestoーー eh,
¡¿Ram?!”
En la dura pelea planteada por
Emilia, la luz blanca azulada acribillo el frente del carruaje dragón y el
grupo de Osos Cortesanos, que había tomado un camino indirecto, fueron todos
congelados a la vez.
De repente Ram ahora se
encontraba tomando las riendas, sentada en el asiento del conductor, dentro de
la urgencia de Gyan y atravesando la escultura de hielo, habiéndose movido del
compartimento de pasajeros. Subaru abrió bien los ojos y se preguntó por los
alrededores.
Subaru: “¡¿Qué hay de Julius?!”
Ram: “Incluso si no hay medios para realizar un
ataque de largo alcance, parece que sería inútil si él fuera el conductor. Es
por eso.”
De un vistazo, Ram miro hacia la
parte trasera ante la llamada de Subaru. Atraído por esa mirada y mirando
atrás, Subaru sin pensarlo se sintió estupefacto. Mordiendo arena, a un lado
del carruaje dragón con sus ruedas rugiendo, colgado de uno de sus ornamentos y
agitando la espada, se encontraba figura de Julius quitando a las Mabestias que
se acercan.
Julius: “Veras,
tampoco podemos agobiar a Emilia-sama
con responsabilidades.”
Subaru: “¡¿Eso iba dirigido a mí?!”
Julius: “Eso seríaーー”
Deteniendo allí sus palabras,
Julius hizo que su espada se encontrara con las garras de las Mabestias que se
acercaban. El decapitador corte se escabullo entre el espacio de aquellas
garras y se clavó profundamente en los brazos de los Osos cortesanos. Al mismo
tiempo, la danzante punta de la espada atravesó las gargantas de las Mabestias
que dejaron escapar un grito y como si fuera un destello, concedió la muerte al
destruir sus tallos cerebrales. Ese baile, con mínima destrucción, fue en
verdad elegante.
Julius: “Equivocado.”
Aplastando sucesivamente a las
Mabestias, Julius expreso lo que quedaba de su respuesta a Subaru mientras
limpiaba el polvo de su espada. Ante ese gesto Subaru puso un rostro amargo
sintiendo tranquilidad y una sensación de derrota. Simplemente al hacer que
Emilia se encargue del largo alcance, despejar el rango corto se reducía a
Julius. Si se continuase con esa estructura, la preocupación con respecto al
carruaje del dragón podría guardarse para más tarde.
Más bien, el problema estaba, en
lugar de otros asuntos, en este curso.
Subaru: “Beako, ¿puedes ir por ellos?”
Beatrice: “¡Subaru, tú también
ten cuidado de que no te quedes sin combustible, supongoーー!”
Encima de Patrasche, levantando
su cuerpo, Subaru tomo las riendas con una mano y a Beatrice que estaba armada
con la otra, e hizo que su pequeño cuerpo se parara encima del dragón. Y
gradualmente entrelazando las manos de ambos, algo palpito en el interior de
las entrañas de Subaru. Ese algo, como si pareciera sedimento, ejerció calor y
lentamente fluyo del cuerpo de Subaru al de Beatrice.
Beatrice: “¡Minya!”
Los cristales violetas se
materializaron con ese encanto y se dirigieron a las Mabestias que bloqueaban
el camino por delante del dragón de tierra. Puntería precisa, avance
momentáneo, el resultado se hizo visible inmediatamente después. Levantándose
un sonido como de cristales rompiéndose, el ataque mágico golpeó directamente a
las Mabestias y los cristales se fragmentaron. Sin embargo, al instante
siguiente, los cuerpos de las Mabestias también se fragmentaron de forma
similar.
Subaru: “¡Muy bien! ¡Bien hecho, Beako!”
Beatrice: “¡Pero no se puede disparar imprudentemente, de
hecho!
Debemos ahorrar cuidadosamente… ¡Minya!”
Subaru: “¡¿Qué hay con lo de ahorrar
cuidadosamente?!”
La fuerza de batalla de Beatrice
dependía del mana que quedaba dentro de Subaru. Ni siquiera Beatrice era capaz
de comprometerse demasiado con el fin de oponerse a la abrumadora amenaza que
avanza. Al sentir la aparente sensación de perdida, como si su alma estuviera
siendo restringida con cada ataque de magia, Subaru, parlanchín y sereno,
abatió el nerviosismo de Beatrice. Por supuesto, tal consideración era
claramente visible para Beatrice.
Meili: “O~h, ¡suficiente, suficiente! ¡Por qué resulto todo
de esta for~ma! ¡Esto pudo haber sido quita~do!
Y aquella que se había mantenido
en silencio hasta ahora, la artillería final se levantó y piso. Un conductor,
que había estado sentado al lado de Ram, Meili, con ojos rompiendo en llanto,
examinó al enjambre de osos cortesanos que se agrupaban a su alrededor mientras
se enrojecía su rostro. Y señalo con el dedo hacia las Mabestias que no le
obedecerían.
Meili: “¡Le daré un regaño a los malos, malos animales-san!
¡Ven Lombriz de tierra!”
Subaru: “ーー ¡¿No puede
ser?!”
Inmediatamente después de que
Meili declarara e hiciera un puchero como niña, del desierto que había quedado
descubierto gracias al surgimiento de los Osos Cortesanos y la arena de abajo
subsecuentemente removida, salió apresuradamente una gran estructura. Devorados
dentro de la fuerza de la gigantesca bestia que estaba expulsando su cuerpo
entero fuera del suelo, los innumerables Osos cortesanos arrastrados dentro
fueron lanzados al cielo. Las Mabestias que cayeron en la arena desde una gran
altitud se rompieron los huesos y los desafortunados Osos cortesanos
directamente encima de esa enorme boca, fueron masticados.
Emergiendo mientras destruye el
desierto, aquello que estaba imponiendo devastación sobre el repulsivo prado de
flores era la Lombriz de arena. Alejando el hedor y levantando una extraña voz
que atravesó el crepúsculo, la lombriz de Arena eligió a los Osos Cortesanos
colgados del carruaje Dragon como sus presas y saltando con esa gran
estructura, se decidió y los destruyo inmediatamente.
Meili: “¡Ve~ Lombriz de arena! ¡Aplasta a todos, a tod~os!”
Subaru: “¡Hablas en serio, oye! ¡Hablas enserio
hablas en serio hablas en serio, oye, oye, oye!”
El peso, capaz de crear
estruendos en el suelo se retorció por el mar de arena y los lamentos de los
Osos Cortesanos siendo aplastados por la presión de la enorme estructura
resonaron. Como sea, los osos cortesanos tampoco poseían una constitución
pequeña, pero, posiblemente no podrían competir con las figuras de las
Lombrices de Arena, cuya longitud total podrían incluso ser superior a los diez
metros.
Las abrumadoras masas resultaron
en colisiones y los Osos Cortesanos fueron convertidos exitosamente en
cadáveres.
Subaru no tuvo palabras
apropiadas para la circunstancia que en este punto era una batalla decisiva
entre monstruos. La magia de Emilia y Beatrice, la esgrima de Julius y el
inusual talento de Meili despejaron el camino por poco, y el carruaje dragón y
Patrasche rápidamente procedieron por el prado de flores.
Meili: “¡O~h! ¡La Lombriz de arena es~ta!”
Se escucho el grito de Meili.
Observándola, la lombriz de arena
poseída por un gran número de Osos Cortesanos
que tenían sus garras clavadas
dentro de esa enorme estructura, estaba derramando grandes cantidades de
fluidos corporales de todo su cuerpo y colapsando en el suelo. La piel externa
de la babosa y empapada lombriz de arena no era tan robusta como la de las
serpientes o insectos.
Meili: “¡La siguiente!¡Siguientesiguiente!
¡Sigan llegando rapi~do!”
Una vez que un solo gigante
colapso, Meili aplaudió con pálido rostro. Y atraído por eso, una vez más la
arena se levantó y una lombriz de arena diferente hizo su aparición. Esta vez
había seis al mismo tiempo, sin embargo, comparadas con la primera, eran el
doble de pequeñas, y si llegasen a ser encerradas por el enjambre de Osos
Cortesanos, serían cazadas en un parpadear de ojos.
Subaru: “A este ritmo… ~hk.”
Serian superados por la cantidad
de violencia. Con una terrible sensación de desaliento, Subaru miro
desesperadamente a sus alrededores en busca de algo que pudiera ayudarlos a
romper con este bloqueo. Y se dio cuenta.
La torre que había estado tan
distante estaba lo suficientemente cerca para decir que estaba justo frente a
sus ojos.
Subaru: “¡Solo queda un poco! Si podemos seguir
hasta la torre de vigilancia, a este ritmoーー”
No era como si con esto las
Mabestias se retirarían, pero parecía probable que allí pudiera yacer un
temeroso poder.
En ese momento, no era que
hubiera pensado en algo especial.
Sin embargo, si continuaran hasta
la torre, sentía que allí podría haber fuerza para liberarse del punto muerto
de esta situación. El espíritu de esperanza era como aferrarse a la paja. Y en
realidad eso no era ningún error.
Subaru: “A este ritmo ーー”
Sin embargo, esa fuerza no era
algo tan conveniente. Era el martillo de hierro que llovía incesantemente sin
desvíos sobre todos los camaradas insolentes que se acercaban a la Torre de
Vigilancia Pleyades.
“ーー ¿…?”
Abriendo desesperadamente sus
ojos, cargando a Beatrice mientras se aferra de Patrasche, Subaru frunció el ceño
ante la torre visible frente a él. El sudor goteando, en el momento en que
vagamente entrecerró sus ojos, Subaru sintió una débil sensación de malestar.
El núcleo de la torre, algo era
visible allí, como si brillara.
Subaru: “¿Qué es…”
Eso?, no pudo continuar con la
palabra final.
“ーーーー”
ーーEl brillo cruzo
el cielo y su invariante objetivo aterrizo un golpe directo sobre el cráneo de
Subaru. En ese momento, todo por encima del cuello de Natsuki Subaru fue volado
y evaporado por el ataque con la misma inconsciencia.
“ーーーー”
No había nadie presente que
pudiera observar o levantar la voz ante la trágica escena de un solo instante.
Por alguna razón aquellos que lo
habrían observado y aquellos que habrían gritado por ello, habían sido
arrancados de raíz.
El dragón que tierra que había
perdido la cabeza, dando un informe colapso. Atrapados dentro del impulso del
carruaje dragón volcándose, los cuerpos humanos que en efecto habían perdido
sus cráneos fueron pulverizados, despedazados bajo la presión, convertido en
trozos de carne.
Solo el charco de sangre yacía
sobre la arena y la arena reseca se tragó la sangre derramada por los cuerpos.
Poco después, gradual y lentamente, las finas partículas de arena arrastraron
todo lo que se pudría sobre la arena hasta sus fauces y las ocultaron.
Las flores de sangre, como si
fueran el único rostro de su viaje, heredaron los vividos colores. Sin embargo,
incluso aquellas flores de rojo oscuro desaparecieron dentro de la cada vez más
hambrienta arena.
ーーAquí, el grupo
recibió la aniquilación.
Fin del capítulo.
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