Arco 1 [Web Novel]
Capítulo 10
“La consecuencia de
unos labios sueltos”
Inglés---> Social Network User
Español---> Ray
Corrección---> Robin
※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※ ※
“Ya veo, comprendo lo que está
sucediendo aquí.”
Inclinando su vaso de leche, la mujer
lamió los remanentes en sus labios.
Se presentado como Elsa, y cada uno de
sus movimientos era sensual, incluso mientras Felt estaba explicando las cosas
había lanzado algunas miradas coquetas en la dirección de Subaru que provocaron
que su corazón palpitara.
“Tienes una buena personalidad, no me
desagrada. ―así que, ¿qué tanto está ofreciendo el joven de allí?”
Diez monedas de oro sagrado, eso es lo
que ella había ofrecido.
Si Subaru iba a competir con ella, era
natural suponer que ofrecería más.
Subaru decidió que no debería solo
sentarse y observar, así que una vez más usó su teléfono y tomó una foto. El
flash cubrió la habitación y la imagen de Elsa se visualizó en la pantalla.
Sus acciones provocaron que frunciera un
poco el ceño, pero más allá de esto Elsa no tuvo ninguna reacción.
Él le mostró la pantalla.
“Lo que estoy ofreciendo es este metia.
Probablemente es tan raro que es el único de su tipo. De acuerdo con el anciano
musculoso de por allá, definitivamente no valdría menos de veinte monedas de
oro sagrado.”
“Metia…”
Miro la versión de ella misma exhibida
sobre la pantalla y al comprender asintió.
Probablemente la impresión que tuvo fue que
Subaru iba por un intercambio de objetos y no estaba alardeando.
Extrajo una pequeña bolsa de piel de su
pecho― muy probablemente ahí era donde guardaba las monedas de oro sagrado con
las que debía pagar.
La colocó sobre la mesa. El sonido de
las monedas golpeteando daba la impresión de que su contenido era bastante
pesado.
Las pupilas de Felt volvieron como las
de un gato, Rom la reprendió por esto. Mientras Subaru esperaba su siguiente
movimiento, ella unió sus dedos sobre la mesa.
“La verdad es que mi empleador me dio un
poco más. Para que, si estuvieras indecisa, pudiera considerar elevar mi
oferta.”
“Empleador… lo que quiere decir que al
igual que Felt, ¿a ti también te ordenaron conseguir la insignia?”
“Así son las cosas. El que la desea es
mi empleador… ¿Quizás estás en el mismo negocio?”
Elsa parecía conservar algo de dudas
hacia Subaru, quien intentaba intercambiar un metia por la insignia.
Aunque ella le pregunto esto, en primer
lugar, él realmente no entendió su profesión.
Ya que su empleador le ordenó conseguir
algo, ¿tal vez era algo semejante a una chica repartidora? No obstante,
“Estar en el mismo negocio que yo
significaría estar desempleado.”
“Bueno, este tipo desempleado te supero
por bastante margen. Así que, ¿con cuánto te envió tu maestro?”
Felt se dirigió a Elsa provocativamente
y como respuesta ella abrió silenciosamente la bolsa.
Cuando le dio la vuelta, salieron
monedas de oro sagrado que brillaba con un deslumbrante plateado.
Los sonidos del metal encimándose al
caer provocaron que los ojos de Felt brillaran e incluso Rom termino haciendo
algo de ruido.
En contraste, Subaru en lugar de
concentrarse en sus brillantes estaba concentrado en contar cuántas había.
Si no estaba equivocado―
“Veinte, exactamente.”
“Esto es todo lo que me dio mi
empleador. Él estaba seguro de que esto sería suficiente, pero… ¿Acaso no es
suficiente?”
La pregunta fue dirigida por detrás de
Felt, hacia Rom.
Rom contó las monedas y luego miro la
tensa expresión de Subaru y sonrió.
“No tienes que ser un bebe al respecto.
No es muy varonil… Veinte ciertamente es una buena suma, ¿pero acaso no te dije
que el tuyo vale por lo menos eso?”
Sus grandes y arrugadas manos rizaron
violentamente el cabello de Subaru.
Subaru todavía estaba algo ebrio, así
que al ser agitado de esta manera hizo que se sintiera absolutamente horrible,
pero,
“A mí me parece que Subaru tiene la
ventaja aquí. Lo siento por tu maestro, pero será mejor que guardes tus
monedas.”
Esa horrible sensación cambió a absoluto
éxtasis cuando Rom dijo esto mientras empujaba sus monedas de vuelta a ella.
Felt alzo las manos sin objeción y Elsa
no parecía particularmente decepcionada mientras se encogía de hombros. Subaru
repentinamente hizo una pose de victoria, una reacción que parecía fuera de
lugar.
“¡¿Qué?! ¡¿No hay problema, no es así?!
¡Estaba feliz! ¡En cierto sentido, finalmente he logrado mi meta original! Una
pequeña celebración está justificada, ¡¿cierto?!”
“No es que alguien haya dicho algo, te
estás poniendo bastante nervioso. Soy feliz siempre y cuando pueda lograr un
poco de beneficio.”
“Y yo imagino que a mi empleador no le
importara mucho si regreso sin la insignia, así que no tengo muchas razones
para insistir.”
Mientras Felt molestaba a Subaru cuyo
rostro se había puesto rojo, Elsa lucía bastante despreocupada cuando se
levantó.
No es que estuviera esperando oírla
lamentar su fracaso o algo así, pero el hecho de que no pareciera importarle
para nada fallar si le fastidio.
“Oh, lo siento Elsa. Podrían enfadarse
contigo, ¿huh?”
“No se puede evitar. No es que la culpa
fuera mía, él simplemente trato de salirse con la suya pagando muy poco.”
“Que veinte monedas de oro sagrado sean
muy poco, eso es bastante duro.”
“Como sea, ¡¿acaso mi suerte no ha sido
demasiado buena?! ¡¿Finalmente podría ser mi momento?”
A diferencia del hombre que simpatizaba
con Elsa, la actitud de Felt parecía como si fuera completamente incapaz de
leer el ambiente.
En cualquier caso, parecía que
finalmente había completado el intercambio que le estaba dando tantos problemas.
Es decir que estaba otro paso más cerca
de su esperanza de compensar a Satella, que lo había salvado cuando llegó por
primera vez a este mundo.
Técnicamente hablando, probablemente
debería contarle a Satella sobre Felt quien le había robado su insignia, o
sobre Elsa que se lo había ordenado, pero al final los únicos daños eran el
estado emocional de Satella y el teléfono de Subaru.
Solo había conversado brevemente con
ellos, pero Subaru no tenía el corazón para hacer que los arrojaran dentro de
celdas.
Seguramente éste era el límite del
oportunismo.
“Bien, esto no terminó exactamente bien
para mí, pero me retirare ahora.”
Todos la miraron mientras se ponía de
pie.
Terminando el último trago de leche, una
vez más lamió eróticamente el resto de su labio, y luego giró hacia Subaru como
si justo hubiera recordado algo.
Se sentía como si su profunda mirada
negra estuviera envolviendo su corazón, atándolo.
“―A propósito, ¿exactamente qué intentas
hacer con esa insignia?”
Su tono parecía algo grave y frío cuando
pregunto esto.
El dulce sonido de su voz en sus
tímpanos era persuasivo, como si le prohibiera mentir.
“… Oh, se lo voy a devolver a su dueña.”
Tan pronto como las palabras salieron de
su boca, Subaru se dio cuenta de su error.
Acababa de anunciar que devolvería el
objeto robado a la persona a quien se lo robaron, y lo había hecho frente a la
chica que lo robo y a la mujer que lo ordenó.
Eso no era diferente de declarar que era
un enemigo.
“―Así que tú también estás involucrado.”
―Y fue más que suficiente para
convertirlo en el objetivo de la fría intención asesina de Elsa.
“¡¿U―?!”
Repentinamente sintió un impacto en su
costado.
La fuerza sobre su cadera provocó que
cayera a un costado y no pudo hacer nada por sujetarse cuando golpeó el suelo
de una forma desagradable.
Dolor y una colisión, su visión giro
hasta que golpeo con el piso, después de lo cual levanto la cabeza para ver a
Felt aparentemente aferrada a él.
“Qué dem―”
“¡¿Eres imbécil?! Huye, ¡¿quieres
morir?!”
―onios estás haciendo, intento gritar, pero
fue sofocado por el enfadado grito de Felt.
La sorpresa de Subaru era evidente en su
rostro, desde su perspectiva inferior pudo ver a Elsa que seguía de pie,
mirando en su dirección.
“Oh, falle.”
Ella dijo, inclinando su cabeza con
curiosidad.
En su mano se encontraba un arma que no
encajaba muy bien con ella, una que tenía un brillo opaco.
-Un cuchillo Kukri, hasta donde Subaru
sabía, así es como se le llamaba a un cuchillo como ese.
Un cuchillo de aproximadamente treinta
centímetros de largo, con su cuerpo doblado en forma de く, un miembro
de una clase de cuchillos conocidos comúnmente como Uchizori*. Él había
escuchado que el peso de la punta era tal que destrozaría a una víctima como un
hacha. (*Curveadas hacia dentro.)
Incluso habiendo blandido su cuchilla,
su sonrisa no había cambiado.
A juzgar por su postura, acaba de
balancear esa cuchilla. Si ese fue el caso, ya que estaba en su trayectoria
Felt lo había salvado al saltar hacia él.
Su destino fue decidido en un instante,
adicionalmente ni siquiera se había dado cuenta de lo que estaba ocurriendo, al
confrontarse con este hecho, el miedo se hizo presente demasiado tarde.
Sus campanas de advertencia estaban
sonando, y su corazón era como una alarma mientras bombeaba sangre. Las
pulsaciones que estaba escuchando casi hacían parecer que todo su cuerpo era un
corazón, y no podía detener el temblor en el brazo que sostenía su cuerpo.
A pesar de su patético comportamiento,
la situación continúo.
“¡¡Uoooohhh―!!”
Rom se abalanzó a Elsa con un rugido.
Estaba empuñando el bate que ni siquiera
había soltado durante las negociaciones, y ahora estaba tratando de aplastar el
cráneo de Elsa con él.
La velocidad a la que lo balanceo fue
extraordinaria.
Seguramente pesaba al menos diez kilos y
sin embargo lo estaba balanceando como si se tratase de una ramita, una hazaña
que era testamento de la fuerza de los gigantes.
El bate golpeo el piso, y el impacto se
percibió como si todo el edificio estuviera sacudiéndose.
La madera del piso destrozado y los
bienes robados dispersados en los alrededores salieron volando por esto.
Mientras Subaru yacía sobre el piso, tomó lugar una batalla que trascendía el
sentido común ante él.
“Este es mi
primer combate a muerte con un gigante.”
“Sigue
hablando, chica. ― ¡Te aplastare en pedazos y te daré como alimento a las ratas
gigantes!”
El bate que estaba balanceando al
costado ciertamente tenía el poder destructivo del que estaba hablando.
Su velocidad y poder eran tales que
cualquier defensa ordinaria sería desgarrada como papel.
No había mucho margen para moverse, si
fueras acorralado por estos golpes estarías acabado.
Pero, por otro lado, la habilidad de
Elsa también estaba a un nivel trascendental.
Todavía sosteniendo su cuchillo kukri
con una mano, la silueta de Elsa pareció escurrirse por su torbellino de
ataques.
Incluso avanzó mientras él desataba
ataques que seguramente serían letales si fueran asestados, esquivándolos por
un pelo. Prácticamente estaba jugando con él mientras los esquivaba.
Los instintos de Subaru le dijeron que
esto estaba mal.
Esto está realmente mal, algo dentro de
sí resonó desesperadamente como una alarma.
“No está
bien…”
“No hay
problema. ¡Rom no podría perder! ¡Nunca lo he visto perder en mi vida, ni una
sola vez!”
Subaru solo pudo murmurar con sus labios
temblando y Felt respondió con un grito demostrando su confianza, como si
intentara convencerse a sí misma.
Sus palabras demostraban una confianza
que se había construido por muchos años, confianza que no podría romperse tan
fácilmente.
Incluso cuando bromeaban entre ellos,
los dos claramente se respetaban el uno al otro, una relación nacida del largo
tiempo que habían pasado juntos.
Pero, a diferencia de Felt, Subaru no
era optimista en lo más mínimo.
Este no era uno de esos forcejeos que
había visto hasta ahora, este era un combate a muerte.
“¡Comete
esto!”
Antes de que sus preocupaciones pudieran
tomar forma, hubo un cambio en la batalle frente a ellos.
Rom había pateado una mesa mientras
rugía. Allí es donde habían conducido sus negociaciones, su madera destruida en
pedazos, los fragmentos cubriendo completamente a Elsa.
Era una cortina de madera astillada.
Dirigiéndose a ella, Rom balanceo su
bate con toda su fuerza.
Estaba balanceándolo con tal fuerza que
incluso un coche seguramente terminaría aplastado. Sin embargo,
“― ¡Anciano!”
Un afligido grito salió de la garganta
de Felt.
Y entonces Subaru vio el resultado.
El brazo derecho de Rom había sido
volado, el bate todavía en mano y ahora estaba girando.
Su enorme y fornido brazo había sido
arrancado de su hombro y había volado por el aire, esparciendo sangre por todos
lados mientras golpeaba con la pared.
La lluvia de sangre que llenó la
habitación cubrió a Felt y Subaru de pies a cabeza. Pero no tenían margen para
desviar su atención a esta sangre fresca.
“Al menos te
llevare conmi―”
Sin su brazo derecho, el hombro de Rom
estaba rociando sangre como una manguera.
Se abalanzó con su enorme cuerpo, sin
intentar reducir el sangrado cuando se dirigía a Elsa con su otro brazo.
Los fragmentos de madera de la mesa
habían caído al piso, y allí seguía Elsa todavía conservando la posición de su
swing.
Antes de que pudiera girar de nuevo su
cuchillo, el cuerpo gigante de Rom la aplastaría.
Pero su efímera última batalla,
“Olvide decir
esto antes― Gracias por la leche.”
Fue detenida por el vaso roto que había
blandido con su otra mano.
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